«El capullo de Diana tiene este feliz poder sobre la flor de Cupido».

«El sueño de una noche de verano», William Shakespeare

Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido a este rinconcito de madridismo activado hoy en modo Champions. Mientras el partido daba sus últimos coletazos iba dándole vueltas a la cabeza sobre qué contarte y, sobre todo, cómo contártelo. Pensé en hablarte de la épica, de las grandes noches europeas, de que nosotros no jugamos finales … las ganamos, y, en general, sobre todo aquello que reflejara el partido con grandilocuencia, verbo fluido y llamadas a la épica y a la pomposidad. Pero, qué quieres que te diga, para eso ya hay gente que sabe escribir y describir estos momentos mucho mejor que yo. Por tanto, únicamente voy a hablarte de lo que …

Sucedió una noche

Concretamente una noche de diciembre de este funesto y desgraciado 2020.

Sucedió en primer lugar que Zidane se dejó de leches y puso al mejor equipo, lesionados aparte, que podía poner sobre el césped, es decir, puso a los que en mejor forma están. Todavía habrá más de uno que seguirá hablando de flores, jardines y no sé qué cuantas tontás más … lo que sea con tal de negarle el pan y la sal. He defendido por aquí más de una vez, y me temo que las que quedan, la necesidad por propia lógica de criticar cuando algo se hace mal y aplaudir cuando se hace bien. Es algo que para mí resulta taaaaan lógico que incluso tener que recordarlo me resulta sonrojante y algo agotador. Aquí ha quedado dicho: Zidane siempre tiene razón … incluso cuando lo anterior no es verdad.

Sucedió que Lucas Vázquez nos recordó el porqué sigue perteneciendo a esta plantilla (a pesar de mis deseos en sentido contrario, cada uno llevamos nuestra cruz, ya ves). Sucedió que defendió, atacó, apoyó, centró y subió y bajó su banda sin descanso alguno. Lo hizo todo y todo lo hizo bien. Lógicamente también le es de aplicación lo comentado antes sobre el míster … hoy toca alabar, ensalzar y loar al gallego.

Sucedió también que Kroos y Modric se pusieron a jugar al fútbol, al de verdad, al de tocar para salir de la presión, sobre todo con paredes, al de mandar y llevar el tempo del partido, al de suministrar una y otra vez de balones a los de delante y a no desechar sumarse al ataque, siempre con sentido, siempre con peligro. Otra vez más, sobre todo en la primera parte, Toni se metió entre los centrales para mejorar la salida de la pelota y otra vez, mérito de Zidane, volvió a funcionar. Y de Modric, qué te voy a decir, que si este fuera un mundo justo se le renovaría en blanco y sin fecha de caducidad … que siga hasta que él quiera.

Sucedió que ¡¡¡ALBRICIAS!!! Rodrygo y Vini cuando recibían la pelota ¡¡¡encaraban al contrario e intentaban irse!!! … y si no les salía la primera vez lo intentaban una segunda, y, si no, una tercera, y una cuarta, y así sucesivamente. Qué quieres que te diga, se me saltaban las lágrimas viendo que al final hacían aquello que tanto tiempo llevo reclamándoles. Parece claro que ambos necesitan quitarse el miedo y poner sobre la mesa todo el desparpajo que llevan dentro. En la medida que sean capaces de hacerlo, la cosa mejorará aún más.

Sucedió también que en el minuto 74 salió Marco Asensio … y ya no sucedió nada más, nada achacable a él, claro: nada positivo pero, por lo menos, tampoco nada negativo. Salvar al soldado Asensio debe ser el objetivo número uno de Zinedine, eso lo tengo claro. De que lo consiga van a depender muchos de los éxitos que podamos tener esta temporada porque me niego en redondo a creer que éste es el nivel real de Marco.

Sucedió que Benzema se encarnó en el delantero centro que nos gustaría que fuese siempre. Y se puso a rematar, y a rematar bien. Los dos goles llevan su firma y alguno más que podía haber caído. Además, se ha movido por más zonas del campo ayudando, siempre de primeras, a todo el que solicitaba su presencia. También le he criticado mucho por aquí (sí, ya lo sé, tengo vista de lince, qué le voy a hacer, al final voy a tener que doblar la rodilla). A Karim hay que quererlo tal y como es, en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, hasta que el fin de su contrato o su retirada nos separe.

Pero sobre todo sucedió que ¡¡¡POR FIN!!! el día en que nos jugábamos la vida en Europa teníamos a nuestro capitán en el campo, que es donde tiene que estar. Hoy por hoy Sergio es irremplazable y no sólo por su juego, que también, sino por todo lo intangible que aporta al equipo: serenidad, aplomo, saber estar, sensatez y, sobre todo y por encima de todo, liderazgo.

En definitiva, sucedió que nos hemos clasificado para la siguiente fase y, encima, como primeros de grupo. Lo que demuestra que el fútbol es maravilloso y que no hay equipo que ponga eso más en valor que el nuestro. Dicho lo cual, a esperar al sorteo y a seguir soñando que ya sabes que es gratis.

Próxima parada el sábado a las 21:00 contra el Atleti en el Di Stéfano. Vamos que ya hemos cogido la racha buena. A ver si puedo contarte otra victoria de los nuestros. Nos leemos.