No podemos recrearnos en lo conseguido porque el fútbol suele castigar a los que se creen muy buenos (Vicente del Bosque)

Hola, qué tal, cómo estás. Una vez más, gracias por pasarte por este rinconcito de madridismo.

Me ha venido a la cabeza este frase del ex-seleccionador mientras pensaba en el partido que se ha marcado hoy Casemiro (hago un inciso para recordar a periodistas, opinadores y demás personajes que se dan cita en las radios para comentar los partidos que el nombre de este futbolista es Casemiro, no Casimiro. No parece que sea muy difícil de recordar, vamos digo yo).

Hecho este inciso volvamos a nuestro hombre. Casemiro no tiene la elegancia de Modric o Kroos, ni el glamour de Cristiano, no tiene el virtuosismo de Benzema, Isco o James, tampoco la potencia de Bale, no es simpático como Marcelo y ni mucho menos tiene la ascendencia sobre el equipo que pueda tener Sergio Ramos. No le buscan los periodistas para entrevistarle y tampoco los niños para pedirle un autógrafo. Dudo también que esté en el top ten de los vendedores de camisetas y además le perjudicó, y mucho, ser un «fichaje» de Benítez. En resumen: es el patito feo del equipo.

Ahora bien, si preguntamos a sus compañeros seguro que todos desean tenerlo a su lado y no te digo nada si le preguntamos a Zidane que ha tenido el valor no solo de ponerle sino de mantenerlo. Y eso es algo a lo que no se atrevió Benitez.

(@realmadrid)

Nuestro patito feo es batallador, solidario y luchador, casi siempre está bien colocado y sabe en cada momento qué hacer y cómo hacerlo. No suele meterse en charcos porque sabe que su misión es destruir y dar equilibro. De construir ya se ocupan otros. En definitiva: sabe lo que se espera de él, lo acepta y lo hace, dicho de otra forma, es un jugador de equipo y pone a éste por encima de él. No sé a ti que te parece pero esto para mí tiene un valor incalculable.

El otro protagonista del partido ha sido Benzema. Es público y notorio que no es del todo santo de mi devoción. Muchas de las críticas que le hago se pueden resumir en una sola: no demuestra lo gran jugador que es y eso puede llegar a ser desesperante. Eso sí, al César lo que es del César: últimamente está siendo fundamental para el equipo. Ha coincidido esta enorme mejoría en el juego con una gran mejoría también en lo físico: no se despista, llega antes que los rivales al balón y se desmarca con mayor sentido. Si encima está acertado de cara al gol, pues miel sobre hojuelas. Éste es el camino amigo, así sí.

(@realmadrid)

Por lo demás ha sido un triunfo muy trabajado y me atrevería a decir que también ha sido justo. Victoria en un campo muy, muy difícil que sirve para seguir líderes y seguir teniendo además el comodín del partido pendiente contra el Celta de Vigo.

Por cierto, que alguien algún día tendrá que explicar de dónde viene ese odio visceral que nos tiene Raúl García. Yo, desde luego, no lo entiendo. Además es que incluso es perjudicial para su equipo porque termina enzarzándose en batallas sin sentido alguno que lo único que hacen es perjudicar al resto de compañeros. En fin, él sabrá.

Y no tengo nada más para contarte. La semana que viene no hay liga porque juega la Selección. La próxima parada será el domingo día 2 de abril a las 16:15 en casa contra el Alavés. Ya te contaré. Te dejo con la ficha del partido.

(www.realmadrid.com)