Yo nunca seré de piedra. Gritaré cuando haga falta. Reiré cuando haga falta. Cantaré cuando haga falta.

Rafael Alberti (1902-1999) Poeta y dramaturgo español.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este pequeño rincón de madridismo, que hoy, no te lo niego, está bastante contento gracias a la victoria en Copa contra el Atlético de Madrid. Victoria contra el Atleti de Luis, de Gárate, de Luiz Pereira, Adelardo y Arteche. No confundir con el Atlético de Madrid de cuatro (son más, pero tampoco les vamos a dar mucha cancha) nazis inmundos, valga la redundancia, capaces de manchar, ensuciar y ultrajar (con la complicidad y el silencio cobarde de muchos) más de cien años de historia.

Respecto al partido en sí (que es lo único que importa) y por ser suaves, te diré que no pasará a los anales de la historia en lo que a juego se refiere. ¿Pero cómo dices eso, hoooombre? … me preguntas con la adrenalina por las nubes después de otra remontada, otra prórroga y otra victoria final. Pues precisamente ahí tienes las respuesta:

Otra vez hemos tenido que ir a remolque, otra vez hemos jugado una primera parte penosa, otra vez el rival nos ha perdonado (a Dios gracias) y otra vez ha vuelto a salir cara … hasta el día que salga cruz y comiencen los lamentos. Que sí, que te lo compro, que llevas razón, y que otra vez hemos vuelto a demostrar carácter, resistencia a la derrota, energía, temperamento y una voluntad a prueba de bombas. Pero que de seguir así algún día le va a dar un chungo a más de uno, no tengo absolutamente ninguna duda.

Piedras y tropiezos

Si admitimos que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces con la misma piedra, deberemos admitir también que Ancelotti está en una categoría superior: es el único entrenador capaz de tropezar no dos veces, sino miles, con el mismo canto. Que yo entiendo que tenga sus ideas y su forma de hacer las cosas: sólo faltaba. Además, como ya te he comentado en alguna ocasión anterior, no podemos reducir el papel del entrenador a ser un mero alineador.

Pero el empecinamiento que demuestra dejando fuera del equipo a los que en más en forma están, está cerca de ser considerado prevaricación. Sí, ya lo sé, luego siempre rectifica y, me cago en mi vida, encima le sale bien (lo de cagarme en to no es porque le salga bien, que yo estoy encantado con la victoria, que hay que explicarlo todo). El tema está en que aún saliéndole bien … llega el siguiente partido … y vuelta la burra al prao. De verdad que no lo entiendo. Pero, en fin, viendo el resultado final, quién soy yo para poner en duda esta táctica. Porque estoy seguro que esto está pensado y planificado ¿verdad?

Nombres propios

Hora es ya de decir algunas cosas. Por ejemplo: que Ceballos es un futbolista descomunal que en cuanto ha tenido unos pocos minutos, ha demostrado su tremendo talento (y yo que me alegro). Hoy, otra vez, se ha vuelto a echar al equipo a sus espaldas y ha actuado como aglutinador y canalizador de todo el juego del equipo. Eso sí, tiene guasa (por no decir otra cosa) que haya tenido que lesionarse un compañero para que saltara al campo: un servicio, otro más, de Mendy al equipo.

También es hora ya de decir que Camavinga es un futbolista soberbio, que rinde de forma y manera extraordinarias le pongas donde le pongas. Lo mismo muta en Seedorf, que en Redondo o que incluso, como hoy, en el mismísimo Roberto Carlos. Otro que en cuanto ha tenido unos minutos de más ha tirado la puerta de la titularidad abajo, suerte que en este caso Carletto sí ha premiado el buen rendimiento.

Y, ya puestos, habrá que enviar una Delegación del Club a Qatar para que busquen, localicen y se traigan de vuelta a Valverde. Porque lo que está claro es que el jugador que ha vuelto no es el Halcón que surcaba los campos antes del Mundial. Vuelve pronto, Fede, te necesitamos como el comer.

Al último que hay que destacar es, lógicamente, a Vini Jr. Jugar el partido que ha jugado, en las circunstancias en las que lo ha hecho, y haber sido, una vez más, uno de los destacados del equipo, sirve para demostrar lo cerca que está ya del cielo. El gol que ha marcado no ha hecho más que poner una rúbrica de oro al partido y a la eliminatoria. Sigue cabalgando, Vini.

Efemérides

Hoy se han cumplido varias, te destaco alguna a modo de inventario: es la primera vez que he asistido a un partido de Copa en el Bernabéu. Alguna vez tendría que ser. Ya fuera por eliminaciones tempranas siempre fuera de casa o por un cúmulo de rocambolescas carambolas, el caso es que hasta ahora no había tenido la oportunidad de acudir a un partido de esta Competición. Para ser la primera … pues ni tan mal, las cosas como son.

Destacar también que hoy dos canteranos han cumplido su sueño y han podido jugar en el campo del club de sus amores. Mario Martín y Pablo Barrios han podido pisar por primera vez el césped del Bernabéu en partido oficial. Lástima que uno de los dos lo haya hecho con la camiseta equivocada.

También hoy se ha batido un récord: a la hora de la publicación de esta humilde crónica se habían contabilizado un total de 1.568.254 piscinas olímpicas llenas con lágrimas atléticas (y subiendo). La razón es bien sencilla: siempre es más fácil echarle la culpa al empedrado, al árbitro, al césped, a las circunstancias, a la historia, a la mala suerte, al café de esta mañana, al tráfico en Madrid y hasta al sursum corda.

Cualquier cosa excepto reconocer que cuando han podido matar el partido y dejarlo sentenciado a su favor han preferido irse para atrás. Cualquier cosa excepto admitir que han estado perdiendo tiempo desde el calentamiento. Cualquier cosa excepto recordar que llevan casi 6 años sin eliminar a un equipo de primera división en eliminatorias de Copa. Cualquier cosa excepto aceptar que a 27 de enero la única esperanza que les queda esta temporada es intentar clasificarse para la Champions. Cualquier cosa excepto confesar que hoy han vuelto a ser inferiores a sus vecinos del norte.

Y es que es infinitamente más fácil echar balones fuera y tumbarse en los brazos de las pajas ajenas que de las vigas propias; es más sencillo hablar de la inutilidad arbitral que reconocer la incapacidad propia. Y así le va a unos y así nos va a otros. Que siga la fiesta, claro.

La vida sigue

Mañana por la tarde todo esto se habrá olvidado. Eso sí, dejo la mañana para que se realicen las correspondientes y sanas chanzas en oficinas, bares, transporte público, parques y jardines, e incluso en la intimidad del hogar o de los grupos de whatsapp. En cuanto este hito festivo se haya cumplido, habrá que volver a pensar en el próximo partido.

Y eso ocurrirá el domingo, de nuevo en casa y contra un equipazo: la Real Sociedad. Partido que se prevé duro y muy complicado porque los txuri urdin tienen excelente jugadores que están jugando muy bien al fútbol. Tengo ganas de ver si ¡¡¡POR FIN!!! Ancelotti da su brazo a torcer en la selección del once inicial. De aquí al domingo habrá que recordarle lo bien que le ha ido cuando ha puesto rendimiento por encima de nombres.

Por aquí te lo contaré. Nos leemos.