Vale más hacer y arrepentirse, que no hacer y arrepentirse.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Historiador, político y teórico italiano.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Rincón triste, claro, no te lo voy a negar. Te supongo ya al tanto de que hemos perdido la final de esta Supercopa de las Españas todas y que, por tanto, tampoco es que tenga ahora mismo muchas ganas de fiesta … o sí, quién sabe, igual me voy animando a medida que voy tecleando.

No te niego la tristeza y tampoco te voy a negar la decepción, no tanto por la derrota en sí, que también, sino principalmente por la forma en la que ésta se ha producido. Por resumirlo fácil y rápidamente te diré no hemos jugado una mierda y que el Barça ha sido mejor en todas y cada una de las facetas del juego, incluida la que más me duele:

La actitud

Sí, lo sé, es a lo que más recurrimos cuando hay derrotas dolorosas como la de hoy. Es lo más fácil y lo que mejor queda cara a la galería. Cuando no sabes qué decir, hablas de nula actitud, de cero disposición y de mala conducta, y te quedas más ancho que alto.

Pero de verdad que hoy es lo que más he visto (o mejor dicho, lo que menos) e, insisto, lo que más me ha dolido. Sólo Militado en su lucha constante con Lewandowski, Vini que no ha dejado de intentarlo nunca (y al que han estado apunto de partirle el tobillo nada más comenzar el partido sin que el árbitro se enterara de nada, que hay que decirlo todo) y Courtois, siempre Thibaut, han estado a la altura de lo que se espera de un jugador del Real Madrid en una final. El resto, nada de nada, cero absoluto, nulidad total.

Y no será que no te avisé después del partido de semifinales contra el Valencia:  el resultado final dependerá más de cómo afrontemos el partido nosotros que de cómo lo afronte el rival … y a las pruebas me remito. Hemos vuelto a estar lentos, sin chispa, con pocas ideas y sin ganas para presionar. Con la diferencia de que hoy el rival no era el duodécimo clasificado de la Liga, sino el líder de la misma. Que hoy el Barça haya puesto más carne en el asador, también me duele, para qué negarlo.

Te pongo un ejemplo sobre el tema de la presión: hoy Busquets, repito, Busquets, este Busquets actual, ha jugado sobrado. Un tío que en la inmensa mayoría de los partidos, ya sean con el Barça o con la selección, es superado a poco que el rival apriete un poquirritín, hoy parecía una mezcla entre Redondo, Zico, Pirlo y Sócrates. A los nuestros únicamente les ha faltado aplaudirle después de cada jugada.

Excusas

Y no, lo siento, no me valen de excusa ni las ausencias, ni el Mundial, ni el cansancio, ni la madre que lo parió. Las ausencias porque se supone que para eso tenemos una plantilla, y no una cualquiera, sino la plantilla del actual campeón de Liga y de Europa. Antes de seguir, permíteme que haga una pregunta antes de que se me olvide: ¿alguien sabe qué le pasa a Valverde? Perdón por el inciso, continuamos.

Oirás también quejas por el Mundial y por cómo han vuelto los jugadores. Asumiendo que eso fuera verdad (tengo amigos que le echan la culpa de cualquier cosa al parón de selecciones que dura una semana, cómo no van a hacer lo mismo si el parón dura casi dos meses… ¿verdad, Pedrín?), es responsabilidad del cuerpo técnico valorar el estado de cada uno y actuar en consecuencia … vuelvo a insistir en lo que te comenté antes sobre la plantilla.

¿De verdad está muuuuuucho peor Ceballos que un tío que con 37 años se ha cascado un Mundial jugando prórrogas casi todos los días? Que puedo llegar a entender que pongas a Carvajal o Mendy de inicio (que ya son entendederas por mi parte), pero que hayas tardado 70 minutos y 3 goles en contra en darte cuenta de que Dani ni estaba ni se le esperaba, clama al cielo de los aficionados que no paramos de chillarle a la televisión con la esperanza de que alguien, que no sea la familia y los vecinos, nos oiga.

Dirección

Como ves, tampoco ha sido hoy el mejor día de Carletto, la verdad. Bueno, para qué andar con medias tintas: ha sido un desastre igual o incluso mayor que el del propio equipo. Se dice mucho del míster eso de que es un buen gestor de grupo, como si eso por sí mismo valiera para ser considerado un buen entrenador. No seré yo el que le niegue el pan y la sal, su currículum y su trayectoria están ahí. Pero eso no evita que se le critique cuando hayan cosas que criticar.

Por ser claros: se podría pensar que Ancelotti es un excelente gestor/entrenador/amigo/arquitecto/ingeniero cuando las cosas van bien, pero no tanto cuando van mal. Hoy, cuando la cosa iba mal, ha optado en el descanso por lo más fácil y menos problemático: quitar a Camavinga (que tampoco es que estuviera haciendo el partido de su vida, la verdad) y dejar en el campo a Modric, que se veía que no podía ya con su alma.

Esto duele más todavía cuando sabemos que ha habido momentos en que sus elecciones han sido diferentes y el resultado ha sido bastante mejor. Basta recordar las eliminatorias de Champions de la temporada pasada (madre mía, parece que han pasado 20 años ya de aquello) y revisar quiénes estaban sobre el campo en los momentos de la verdad. Es decir, si ya lo has hecho antes y te ha salido bien, me cago en en mi vida: ¿por qué no lo haces más veces?.

En fin

No te voy a decir aquello tan manido de «a olvidarse de la derrota y a otra cosa». No, no sólo no hay que olvidar la derrota sino que hay que tenerla muy presente para evitar que actitudes y desempeños como el de hoy (por parte de todos) vuelvan a producirse.

La primera ocasión para resarcirse la tendremos el próximo jueves a las 21:00 horas en Estadio de la Cerámica durante el partido de octavos de la Copa del Rey contra el Villarreal. Más vale que espabilemos si no queremos que el descalabro sea completo. Por aquí te lo contaré, claro. Nos leemos.