Fútbol

Women’s Champions League 2022-23 – Fase de Grupos – Partido 2 – PSG

Sólo aquellos que se arriesgan a ir demasiado lejos pueden descubrir hasta dónde se puede llegar.

T. S. Eliot (1888-1965) Poeta, dramaturgo y crítico literario.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Volvió la Champions al Di Stéfano y, no te quiero mentir, me ha dejado con sentimientos encontrados. A ver, no me malinterpretes: me he ido contento del campo (que ha incluido un selfie con Zornoza, gracias Clau, crack!) pero creo, sinceramente, que me podría haber ido exultante.

Vamos a ver si consigo explicarme porque hoy estoy especialmente espeso. Puedo entender el respeto a un rival como el PSG. Es uno de los grandes de Europa y nosotros no somos más que unas recién llegadas. Con el añadido de que en los enfrentamientos del año pasado nos ganaron en ambas ocasiones. Pero hay que arriesgar, hay que ser audaces, tenemos que saber cuál es nuestro verdadero nivel.

Sin riesgo

Cuando haces una alineación y decides qué jugadoras van a saltar al campo estás enviando un claro mensaje sobre qué quieres hacer. Y el de hoy decía que íbamos a aguantar y a ver si podíamos salir a la contra. Toletti, Zornoza y Freja Siri son excelentes futbolistas a la hora de contener y ser contundentes, pero, a excepción quizá un poco de Claudia, no son constructoras de fútbol.

Sí, durante el partido hemos tenido fases muy buenas gracias a la presión que hemos realizado delante. Destaco en este punto a Esther y Zornoza que no han parado ni un segundo. Gracias a esta presión hemos conseguido robar algún balón arriba y tener alguna oportunidad. Pero, insisto, con eso sólo no llega. Nos faltaba fútbol y eso se traducía en que nuestra mejor arma fuese lanzar balones en largo a ver si Athenea cazaba alguno en condiciones.

No hay paraíso

El PSG no es manco y sabe jugar bien al fútbol. Tiene esa consistencia de los buenos equipos que únicamente se consigue con el paso de los años. Buen toque de balón, constante juego por las bandas, verticalidad cuando se precisa y pausa si el partido lo pide. Y oficio, mucho oficio.

Contra eso hemos puesto ilusión, lucha constante, presión arriba y mucha concentración en defensa. Serias y muy efectivas Kathellen y Rocío en el centro de la zaga. Atentas al cruce e intentando sacar la pelota con criterio desde la cueva. Sin miedo a salir con el balón controlado (aquí el que tiritaba era yo) y siempre bien posicionadas.

Pero, en serio, con la sensación de que nos faltaba muy poquito para hacer daño de verdad a las francesas. Una chispita de fútbol que llevarnos a la boca para que el paladar tuviera también su premio.

Pero hay esperanza

Hasta que llegaron los cambios y con ellos la presencia de Maite Oroz en el campo. Y la mejora fue instantánea. Ayudó también la entrada de Svava por una Athenea que hoy no se sintió a gusto en ningún momento. Tanto por lo que per se aportó la danesa como por el hecho de que mandó a Olga para adelante, lo que de facto también mejoró nuestro ataque.

A ver, no me cansaré de decirlo: la navarra, vuelvo a Maite, sabe de esto, sabe jugar al fútbol, darle toque, pausa, velocidad o pase el hueco. Las veces en que además coincide con Tere Abelleira en el campo siempre suelen ser minutos de disfrute, de tener el balón y, por lo tanto, de poder decidir a qué se juega y cómo se juega. Lástima que hoy no hayamos podido disfrutar de esa sociedad.

Con eso y con todo han bastado los 15 minutos finales para demostrar que estamos preparadas para mayores desafíos y que el camino debe ser ir siempre hacia adelante porque es la mejor y diría que única manera de probarnos y saber exactamente dónde estamos, a qué podemos aspirar y mejorar día a día.

Nombres propios

Volvió Weir al once y con ella ese salto de calidad que necesitamos como el comer. Vete acostumbrando porque no me voy a cansar de contarte la suerte que tenemos de que la escocesa esté en nuestro equipo. Ella es la diferente, la que siempre sabe lo que hay que hacer y la que siembra el pánico entre las rivales cada vez que el balón está en sus pies. Thanks for coming, Caroline.

A la otra que hay que destacar a nuestro ángel de la guarda particular, a la que dice «hoy no marcáis» y lo consigue. Misa Rodríguez es sin ningún género de dudas una de las mejores porteras me atrevería a decir que del mundo. Domina el área como nada y cuando se pone en modo infranqueable acaba desesperando a las rivales. Hoy ha sostenido al equipo cuando peor lo estábamos pasando, salvando dos goles cantados. Grande, canariona.

En resumen, buen partido en líneas generales en el que, insisto, nos podríamos haber llevado la victoria a poco que hubiésemos puesto un poquito más de fútbol sobre el campo. Ahora es cuando me dices que tenga paciencia que todo llegará … y cuando te contesto que lo que haga falta. Confianza total en las nuestras … pero que Maite y Tere jueguen más, sólo pido esto.

Próxima parada el domingo a las 19:00 horas en la séptima jornada de Liga. Será de nuevo en el Di Stéfano y esta vez contra el Sevilla. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.