Observa, escucha, calla. Juzga poco, pregunta mucho.

Arturo Graf (1848-1913) Escritor y poeta italiano.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño y minúsculo rincón de madridismo. Digámoslo de una vez: nuestro equipo, nuestro Madrid, está jugando muy bien al fútbol; pero siendo ésta una gran virtud creo que no es lo mejor de todo, porque en un peldaño superior debemos poner la seguridad con que lo hacemos.

Hemos llegado a tal punto de madurez y de convencimiento en nuestro juego que no parece que, de momento, haya nada que nos pueda alterar el ánimo. Desde las ocasiones falladas hasta el gol del rival, a cualquier otro le habrían entrado las dudas y habría comenzado a vacilar. A los nuestros, no. Para ganar los partidos parece que nos basta con seguir aplicando la …

Hoja de ruta

Ya sabes a qué me refiero: comienzo fulgurante, fase de relax, cambios, recuperación, despedida y cierre. Y, oye, qué quieres que te diga: quién soy yo para echar pestes o criticar alguno de estos pasos. Claro que me gustaría que los partidos quedaran resueltos a la media hora del partido, o que en ocasiones hiciésemos un poco más de sangre en las huestes contrarias. Pero es lo que hay y a ello también nosotros, los aficionados, nos tenemos que adaptar.

De nuevo, para no perder la costumbre, comienzo arrollador que nos permite ponernos en ventaja desde muy temprano. Robo de balón de Vini, que primero sale como una bala hacia la portería rival para luego ponerle la pausa necesaria para ver el desmarque de Luka y ponerle en bandeja el gol. Vinicius en estado puro. ¿Mbappe? no sé de quién me estás hablando.

Nudo

Nos valen dos de sus muchas acepciones para entender lo que pasó en esta fase del partido, la que va desde el primer gol hasta el empate del Sevilla. Si lo tomamos como núcleo de la acción que precede al desenlace vemos que también aquí se cumplió el guion establecido, es decir, oportunidad que teníamos, oportunidad que acababa en en limbo de los justos.

A ver si consigo explicarme porque igual esto suena un poco mal: que terminemos ganando los partidos no puede ocultar la tremenda dificultad que tenemos para hacer goles. Nos salva que generamos mucho (recuerda lo que te he dicho antes de que estamos jugando muy bien), pero no podemos ocultar que nuestro ratio de conversión podría ser bastante mejor.

Entre que nosotros no terminamos de cerrar el partido y que el rival tampoco es que haga mucho daño, poco a poco se va creando otro nudo, casi imperceptible, que se va apretando poco a poco, va consiguiendo que el equipo se confíe (recuerda la fase de relax) y alcanza su máxima expresión cuando llega el gol del rival.

Y es entonces cuando el equipo despierta, normalmente porque llegan los cambios desde el banquillo y así llegan también los goles que finiquitan el partido. Sí, ya lo sé: es posible que me ponga yo más nervioso que los nuestros, te lo compro: soy un ansias. Es lo que hay.

Velocidad

Aquí está una de las claves: si algo tenemos es velocidad en la ejecución de las jugadas. Basta que se atisbe, aunque sea mínimamente, la posibilidad de correr para que salgamos en estampida hacia adelante. Y así se ha gestado el segundo gol. Once segundos pasaron desde que Rodrygo recuperó el balón en nuestro propio campo hasta que Lucas Vázquez lo depositó en el fondo de la red sevillista.

A la velocidad en la ejecución de las jugadas, tienes que unirle también la velocidad en la ejecución de movimientos a nivel individual. Menos de un segundo tardó Fede Valverde en recibir la pelota, acomodársela y soltar un zambombazo ante el que Bounou lo único que pudo hacer fue seguir la trayectoria con la mirada. El Real Madrid es el tren bala del fútbol europeo.

Reflexión

Sabes que por aquí somos fan del VAR. Para lo bueno y para lo malo. En la salud y la enfermedad. Hasta que la realidad nos separe. Y la realidad lo que nos está diciendo es que los árbitros del VAR son capaces de volver loco al más cuerdo. Lo mismo anulan un gol por un fuera de juego de 0,00000001 milímetros que se tapan los ojos ante una clamorosa agresión.

Que el Papu Gómez no haya acabado en el calabozo detenido por la Guardia Civil habla muy mal del equipo arbitral al completo: unos, linier y árbitro, por no verlo on-line y otros, el árbitro del VAR, por no usar la tecnología que tiene a su disposición de forma y manera adecuadas. Pero no pasa nada, tranquilo … volverá a ocurrir.

Y eso es todo por hoy. Próxima parada el martes a las 21:00 horas. Vuelve la Champions esta vez desde Alemania gracias al partido que jugaremos contra el Leipzig. Objetivo, sellar el pase como primeros de grupo. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.