
El del Espanyol obra de Joselu
Una creencia no es simplemente una idea que la mente posee, es una idea que posee a la mente.
Robert Bolt (1924-1995) Escritor y guionista británico.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este pequeño y minúsculo rincón de madridismo. Tercer partido de Liga, tercero fuera de casa y tercera victoria. No parece un mal comienzo, la verdad, aunque, evidentemente, haya cosas que mejorar. Por ejemplo, ¿sería posible que dejásemos la portería a cero? Más que nada por ver qué se siente.

Tampoco estaría de más que materializásemos las oportunidades que generamos (con el diez por ciento sería suficiente) y que no nos viésemos abocados a la heroica. Que sí, que vale, que al final lo que cuenta es el resultado y, dicho ha quedado, en eso somos infalibles. Pero que digo yo que tampoco hace falta ir facilitando un partido sí y otro también pacientes para cardiología … tú ya me entiendes. En fin, sea como fuere, seguimos …
Avanzando
Y el caso es que comenzamos el partido muy bien. Dominando y creando buen fútbol, con Vini de estilete omnipresente, con Benzema creando espacios para sus compañeros y con Tchouameni por delante de Kroos y Modric, no por detrás guardándoles las espaldas, sino adelantado como primera línea de contención de los ataques pericos que, una vez desactivados, permitía a croata y alemán iniciar el despliegue en ataque.
Y así llegó el primer gol, obra de Vini, que vino a hacer justicia a lo que estábamos viendo sobre el campo. Pero entonces pasó lo que por desgracia nos sucede de vez en cuando: que lo vimos ganado. Y las recuperaciones de balón en vez de convertirse en el primer paso del ataque, se convirtieron en el primer paso para seguir tocando para dormir el partido. Esas cosas no nos suelen salir bien, y hoy no iba a ser menos.

Nos entró la caraja y resultó que al filo del descanso Joselu hizo el empate a uno. Y entonces, como tanto temían los irreductibles galos de la aldea de Asterix, el cielo pareció que se caía sobre nuestras cabezas. El Espanyol se conjuró en el descanso, se vino arriba, y a nosotros, que seguimos con la caraja, no nos quedó más remedio que intentar aguantar el chaparrón como buenamente pudimos.
Con Lucas sin poder parar lo que venía por su banda, Militado atolondrado (más de lo habitual, quiero decir), con Valverde intrascendente y con Rüdiger que no podía con Joselu; tenían que ser Tchouameni y Alaba los que intentaran poner un poco de orden. La suerte es que el Espanyol planteó un partido de ida y vuelta, un partido de a ver quién da primero y más fuerte, y eso contra este Real Madrid no suele ser una buena idea.
El primero que se lo olió fue Carletto. Cambió a Modric por Camavinga (más fuerza en el centro del campo) y a Rodrygo por Valverde (más mordiente arriba). Resultado: ganó el que más fuerza y más calidad demostró sobre el campo. Que yo sé que a veces cuesta reconocerle las cosas a Ancelotti (las buenas, porque las malas enseguida se las colgamos del cuello), pero hoy creo sinceramente que ha acertado de pleno en la lectura del partido.
Decían los comentaristas de Movistar que quizá el resultado final era demasiado elevado y que no recogía los méritos de unos y otros. Qué se yo, pues igual, vaya usted a saber … pero tampoco el empate al descanso reflejaba los merecimientos de los nuestros. Así es el fútbol, qué le vamos a hacer. Es lo que hay.

De todas formas si algo he aprendido (poooooco, ya sabes que aquí de fútbol sabemos lo justito) de estos partidos contra el Espanyol es que no hay argumentos que sirvan para explicar lo que pasa en el campo. No hay razonamiento, considerando, tesis o explicación que quite de la cabeza a los más exaltados una de las tonterías (me gustaría usar otra palabra, pero creo que esto lo leen menores de edad y no es cuestión) más grandes de la historia.
Y es que, señoras y señores, niños y niñas, jóvenes y ancianos, altas y bajos, rubios y morenas y, en definitiva, población en general; que sepan ustedes que el Real Club Deportivo Espanyol de Barcelona no es una entidad con más de 100 años de historia, no, para nada … es simplemente la sucursal catalana del Real Madrid. Este es el razonamiento definitivo que explica las victorias del Madrid en sus enfrentamientos directos.
Es igual que no existan argumentos lógicos que lo justifiquen más allá de las referencias a los santos atributos varoniles de algún apasionado antimadridista. Partimos todas las ligas con seis puntos ganados porque sí, porque yo lo valgo, porque ____________ (coloca aquí sandez que estimes conveniente). Una cosa te digo: podrán repetirla adecuadamente mil veces, pero esta mentira nunca será una verdad por mucho que se empeñen. Sigue siendo lo que hay.
Y nada más que pueda decirte, más allá de pedirte disculpas por el tono de estas últimas líneas. Ya ves, el calentamiento global parece que nos influye a todos, qué le vamos a hacer. En fin, que la próxima parada será el sábado a las 16:15 horas contra el Real Betis, que es ahora mismo colíder, no se nos olvide. Jugaremos ¡¡¡por fin!!! en el Santiago Bernabéu. No te lo voy a negar: tengo muchas ganas de ir y ver cómo está quedando nuestro nuevo hogar. Sobre el partido y el estado de las obras te hablaré por aquí. Nos leemos.

Categorías:Fútbol
Apasionados ANTIMADRIDISTAS…
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