La sonrisa cuesta menos que la electricidad y da más luz.

Proverbio escocés

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más, y hoy más que nunca, a este pequeño y minúsculo rincón de madridismo. Rincón en el que estamos recién (re)coronados como Reyes de Europa, después de 13 partidos (¿pero no era este el número de la mala suerte?), infinidad de minutos, 27 goles, 2 prórrogas, habiendo cosechado una derrota contra el equipo de un país inexistente y derrotando, remontadas mediante, a los equipos de 3 estados reales y verdaderos como la vida misma.

Quizá suene un poco ventajista decir esto ahora, pero después de todo lo que hemos hecho para llegar hasta aquí, en el fondo y también y sobre todo, en la forma, no podíamos volvernos a casa sin la orejona. Bueno, quizá no, es ventajista, llamemos a las cosas por su nombre. Total, que después de 13 Copas de Europa (insisto en que a mí siempre me han vendido que este número traía mala suerte) lo lógico, normal y natural es que sucediera lo que ha sucedido: y es que, amigo madridista …

La decimocuarta ya está aquí

No te voy entretener contándote detalles técnicos del partido, analizando lo que ha pasado en cada rincón del terreno de juego y hablándote de tácticas y sistemas. Todo eso lo dejo para los que realmente saben de esto y son capaces de analizarlo y explicarlo mejor que yo. No lo voy a hacer … aunque podría.

Podría hablarte de que ¡por fin! Carvajal nos ha recordado al excelente lateral que cerraba su carril a cal y canto. Si pudiera te diría que Militao y Alaba son posiblemente la mejor pareja de centrales del mundo, e incluso te contaría que Mendy ha estado hoy tal y como se le exige: serio y contundente.

Anda y que no podría también contarte cosas del partido que se han cascado Casemiro, Modric y Kroos. De cómo han empezado el partido pero, sobre todo, de cómo lo han acabado. De tramos malos, regulares, buenos y muy buenos … in that order. Camavinga tiene de quién aprender.

Y ya puestos incluso podría loar el partidazo de Fede Valverde: incansable arriba y abajo, ora presionando, ora dando salida al balón, ora rematando a puerta, siempre con sentido y teniendo clara la dirección que siempre debía tomar cuando el balón llegaba a sus pies: hacia adelante.

A ver, tranquilízate, que también hablaría de Zipi y Zape; Batman y Robin; Tom y Jerry o Silvestre y el Correcaminos. Karim y Vini, Vini y Karim, que tanto monta, se han convertido en un dúo letal que va sembrando el pánico allí dónde sus caminos se van juntando. Hoy le ha tocado al brasiniño rematar la faena, y yo que me alegro.

Pero sobre todo y por encima de todo, te hablaría de él, del más grande, el más alto y el de mayor envergadura. De alguien capaz de mover 2 metros y 96 kg. como el que mueve una pluma. Del inventor del stop, del por aquí no y del dónde vas tan rápido. Si no sabes de quién te hablo, aquí va una foto:

Aunque igual es posible que lo reconozcas mejor si te pongo esta otra:

Por abajo, por el medio y por arriba. Por la izquierda y por la derecha. Con los pies, las manos y hasta el brazo derecho, al cual habría que darle ya el título de incorrupto. Tirándose al suelo o volando con la elegancia y la efectividad de un águila real. Daba igual que le remataran con la cabeza, la pierna izquierda o la derecha. El belga dijo que hoy no, y fue que no. Y punto.

Ahora que tanto se habla de merecimientos sin premio que devienen en deudas históricas las cuáles, por unas razones o por otras, nunca acaban de pagarse; no está de más reconocer que si alguien se merecía ser el protagonista absoluto de esta final y, lógicamente, llevarse el título para casa, ese era Thibaut Courtois. Sin lugar a dudas el mejor portero del mundo.

Insisto, podría hablarte de todo eso, pero no voy a hacerlo. Principalmente porque hay cosas que no tiene explicación alguna. Simplemente suceden y ocurren sin más. Porque, vamos a ver: ¿acaso hay una explicación lógica a lo que pasó en el Bernabéu en el partido contra el PSG? ¿y a lo que pasó contra el Chelsea? Sobre lo que aconteció en el partido contra el City ya ni te pregunto, claro.

A veces nos empeñamos en interpretarlo todo, en buscarle una lógica o incluso una justificación. Es humano pensar que todo en el fútbol ocurre por alguna razón y, claro, cuando no la encuentras, cuando no sabes explicar de una forma razonada algo que ha pasado, te invade la frustración más absoluta. El 90% de las cosas que te cuentan los supuestos entendidos son mentira, es como tratar de explicar el porqué un círculo es redondo o porqué hemos ganado una final de Champions tirando únicamente dos veces a portería.

Yo hace tiempo que decidí abandonar ese camino y opté directamente por disfrutar o enfadarme sin entrar en más disquisiciones. ¿Ganas? pues te alegras. ¿Pierdes? pues te cabreas. ¿Tienes un blog y has de escribir algo? pues mientes … aunque procuro que en mi caso el porcentaje no sobrepase nunca el 30%. Tú me dirás si lo consigo o no.

En el Real Madrid estamos total y absolutamente convencidos de que la Champions nos pertenece y de que Europa comienza en la calle Concha Espina número 1. Y por eso en caso de duda el título siempre cae de nuestro lado. Es más fácil y efectivo defender y mantener lo que es legítimamente tuyo que intentar arrebatárselo a su propietario. No es fe, ni épica, ni siquiera suerte, de verdad. Simplemente sucede lo que tiene que suceder.

Lo dicho … la decimocuarta ya está aquí, lo cual quiere decir que la decimoquinta está en camino. Diecisiete finales y catorce títulos … no sé tú, pero esto sí que lo entiendo perfectamente. Disfrútalo, amigo madridista, sin duda tú también te lo has merecido.

¡HALA MADRID Y NADA MÁS!

What if I say I’m not like the others?
What if I say I’m not just another one of your plays?
You’re the pretender
What if I say that I’ll never surrender?