
Por el Sevilla Rakitic y Lamela
Toda necesidad se calma y todo vicio crece con la satisfacción.
Henry F. Amiel (1821-1881) Escritor suizo.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este rinconcito de madridismo. Qué quieres que te diga: la Liga no está ganada aún, ni mucho menos, pero victorias como la de hoy nos dejan el título muy, muy, muy cerquita. Y no sólo por la victoria en sí, si no por el rival y, sobre todo, por las formas. Pareciera que somos indestructibles, visto lo visto, y eso mina la moral del más enconado antimadridista.
Y de eso precisamente te quiero hablar: de la indestructibilidad, lo irrompible, lo invulnerable y lo eterno. Porque, seamos sinceros, ¿esto va a ser así siempre? Porque si la respuesta es sí, me voy comprando a la voz de ya un marcapasos y tres o cuatro mil litros de tila. Pero si la respuesta es que no, entonces la compra la orientaré a una tonelada de vendas, porque el trompazo puede ser de aúpa.

Y ahí está el quid de la cuestión: todo esto que nos está pasando en los últimos partidos, los despistes previos en defensa, que el contrario te domine, que se ponga por delante en el marcador, muy por delante incluso, que lo veas todo perdido (y el rival, todo ganado), ¿cómo lo debemos tratar? ¿de qué estamos hablando? …
¿ADN o vicio?
La épica, la epopeya, el no rendirse nunca, caerse y levantarse, agotar las fuerzas y sacarlas de nuevo de allí donde no hay, no dar nada por perdido, resistir hasta la extenuación, aguantar y rebelarse, aprovechar el más mínimo recoveco que deje el equipo contrario para asestarle el aguijonado definitivo … todo esto es ADN, y de esto tenemos mucho, muchísimo, los que más en toda la historia de la humanidad, en todo el universo conocido y parte del que aún está por conocer.
Pero, claro, resulta que también nos gusta balancearnos al borde del precipicio, bajar cuestas en bicicleta a toda pastilla con los pies fuera de los pedales y sin frenos, comernos una sopa utilizando un tenedor y hasta saborear una cerveza en plena plaza Mayor por la que sabes que te van a clavar no menos de cinco euros. Se podría decir que a día de hoy somos los únicos capaces de jugar con fuego y no quemarnos.

Y, sí, todo esto está muy bien … siempre que acabe como ha acabado el partido de hoy, evidentemente. Esto es vicio y del bueno, sin ninguna duda.
Y eso que la cosa no comenzó mal. Me gustó la alineación, de verdad que sí. No por el hecho de jugar con cuatro en el centro del campo, que también, si no por las ganas que tenía de ver a Camavinga de inicio y en un partido contra un hueso duro de roer. Pues he de decirte que me decepcionó un poco, las cosas como son.
Y el caso es que no hizo un mal partido en su conjunto, pero sí que por momentos se vio superado por el rival y por las circunstancias. Además, le noté algo alocado y sin saber medir sus fuerzas. En fin, son diecinueve años los que le contemplan, y esto también forma parte de su aprendizaje. Mal hará Carletto si a las primeras de cambio reniega del chaval. Paciencia con él, que ahí hay madera … y de la buena.

De todas formas sí que hay algo que hacemos muy bien y que, a su vez, es algo que no hacemos: perder la cabeza. En momentos de duda, de incertidumbre y de algo de temor por lo que se nos está viniendo encima, siempre surge la figura del «alemán impasible» y «tranquilizador oficial» del reino. La serenidad y la entereza con la que Toni Kroos afronta estos momentos del partido guía al resto de sus compañeros, pone freno a la desesperanza y nos lanza hacia arriba. Y esto, amigo madridista, es algo impagable, ya sea ADN, vicio o cómo quieras llamarlo.
En fin, que no te quiero entretener mucho más: victoria importantísima que, en el peor de los casos, nos dejará con nueve puntos de ventaja sobre el segundo clasificado y con seis partidos por delante. Que sí, que ya lo sé, que esto no está finiquitado y que hasta el final pueda pasar cualquier cosa (si lo sabremos nosotros). Pero que peor lo tienen los que vienen por detrás, eso sí que no se discute.
Próxima parada el miércoles a las 21:30 horas en Pamplona contra el Osasuna. Sólo puedo pedir que siga la racha y que sigamos sin quemarnos. Que las cremas contra las quemaduras son muy caras, así que mejor no tener que utilizarlas. Por aquí seguiré con mi vicio y te lo contaré. Nos leemos. Mientras tanto, sigue disfrutando, madridista.

Categorías:Fútbol
Pues efectivamente una jornada menos y a la espera de resultados. Veremos si en Pamplona, nos lo jugamos a cara o cruz en la 2° mitad…
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Tranquilidad que la cosa está encaminada
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