La mejor forma de averiguar si puedes confiar en alguien es confiar en él.

Ernest Hemingway (1899-1961) Escritor estadounidense.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este pequeño y minúsculo rincón de madridismo. Victoria trabajada en Vallecas ante un buen equipo que, con sus lógicas limitaciones, siempre quiere jugar al fútbol y que nos ha puesto en muchos aprietos, hasta el punto de que Courtois ha sido el mejor de los nuestros. Que Iraola va a ser el próximo entrenador del Athletic de Bilbao lo saben en cada rincón de la capital vizcaína.

Y ya que hablamos de entrenadores, pues fijémonos en el nuestro. Bien haremos los madridistas en tener igual de claro que esta va a ser la tónica hasta final de temporada. Los mismos en cada partido salvo que haya alguna baja en forma de lesión o sanción tarjetera y a confiar en que tarde o temprano saquen el partido adelante.

Quiero suponer que sus razones tendrá para llevar a sus favoritos hasta el agotamiento y más allá, pero yo creo que todo se reduce a que simple y llanamente …

No se fía de su plantilla

Porque no hay ninguna razón lógica para pretender hacer frente a una temporada completa con diez jugadores fijos y cuatro más rotando según las circunstancias. No hay ahora mismo ninguna razón para pensar que Casemiro le sea más útil al equipo que Valverde. No, no la hay. Y la última media hora del partido de hoy es un claro ejemplo de esto: más presión y más arriba, más llegada, más fuerza … y menos pérdidas de balón.

Tampoco hay ninguna razón de peso que nos haga creer que Modric es Superman y tampoco la hay para pensar que Ceballos no nos puede echar una mano ahí. Yo era uno de los que se alegró mucho cuando Dani se recuperó de su lesión … pues mi gozo en un pozo. No puedes pretender meter a un jugador en dinámica poniéndole a jugar cinco minutos cada semana. Salvo que no te fíes de él, claro.

Y no se trata únicamente de la confianza. Se trata también de que, precisamente por eso, por esa falta de fe en todos sus jugadores, resulta que no está siendo justo. No lo fue, por ejemplo, con Lunin en el partido de Copa en San Mamés. Y tampoco lo es desde el momento en que mantienes en el campo a jugadores que ni de lejos están mostrando su mejor versión: se resiente el equipo y bajas la autoestima y la moral del que no juega.

Hoy Vini Jr ha jugado uno de los peores partidos que le recuerdo. No se trata únicamente de que no se haya ido ni de su sombra, es que ni siquiera lo ha intentado. En cambio, Asensio sí ha estado más cerca del jugador que todos queremos que sea: incisivo, con confianza, chutando a puerta a la mínima oportunidad y dejando detalles de calidad por todo el campo.

Pues resulta que al final al que cambian es al balear. Sí, ya sé lo que me vas a decir: que gracias a que Vini se ha quedado en el campo hemos conseguido el gol de la victoria. Pues bueno, pues vale, pues me alegro. Yo a eso lo llamo jugar con fuego. Y ya sabemos lo que le pasa al que juega con según qué cosas. Esto no te puede salir bien siempre, es pura lógica estadística.

Es evidente también que esa falta de rotación (vale, ya he dicho la palabra maldita, lo siento) repercute negativamente en el equipo. Lo hace a corto plazo porque nos cuesta un mundo sacar los partidos adelante. Y lo hace también a largo, porque por un lado la acumulación de partidos en las mismas piernas hace que cada día estés un poco peor que el anterior y porque al no tener jugadores en dinámica, si alguna vez tienes que tirar de ellos, lo normal es que la apuesta también salga mal. Camavinga es claro ejemplo de esto último.

Y es que si las piernas no están frescas generas menos juego y, por ende, menos ocasiones de gol. Por ejemplo, en los últimos ocho partidos hemos llegado al descanso sin hacer uno. No sé a ti, pero a mí me parece una estadística bastante preocupante.

Sí, de nuevo sé lo que me vas a decir: tan mal no se estará haciendo cuando vamos primeros destacados en la liga y, a pesar de la mala imagen que dimos en Paris, mantenemos intactas todas las posibilidades de eliminar al PSG en Champions. Pues únicamente puedo contestarte es que ojalá sea yo el equivocado, ojalá pasemos por encima de los franceses primero y del resto de quipos que nos encontremos en Champions después.

Y ojalá que también nos proclamemos campeones de liga con cinco jornadas de anticipo. Seré el primero en celebrarlo y, si fuese necesario, autoflagelarme con un látigo. Pero eso no cambiará ni una pizca mi creencia de que esta temporada las cosas a nivel de gestión de la plantilla no se están realizando correctamente. Y que, toda vez que no espero ya ningún cambio en lo que queda de ésta, es imperativo ir pensando ya en cómo corregirlo cara a la temporada que viene.

En fin, con eso y con todo, es hora y momento de no desfallecer y seguir apoyando al equipo, porque hemos llegado a uno de los momentos más importantes de la temporada y ambos en casa. Primero llegará la Real Sociedad (el sábado a las 21:00 horas) para apuntalar el primer puesto en la liga y después el PSG (el miércoles siguiente a la misma hora) para remontar y meternos en cuartos de la Champions.

Que la sabiduría futbolera guíe a los nuestros. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.