
El ritmo es lo que hace a la poesía persuasiva y no informativa.
José Hierro (1922-2002) Poeta español.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este rinconcito de madridismo. Tengo que confesarte que cada vez se me hace más difícil hablarte sobre las peripecias de los nuestros porque de un tiempo a esta parte parece que estamos siempre viendo el mismo (mal) partido.
Tengo esa sensación de que no sé si lo que se han agotado han sido las ideas, las fuerzas o las dos cosas a la vez. Ritmo cansino, sin chispa, predecible y previsible a más no poder. De verdad que siento decirlo así, pero es que no encuentro otra forma de expresarlo: ahora mismo nos guste más o menos …
No jugamos a (casi) nada
Sí, ya sé lo que me vas a decir: que para no jugar a nada bien que estamos líderes en La Liga, con seis puntos de ventaja sobre el segundo, trece sobre el tercero y quince sobre el cuarto. Pues bueno, pues vale, pues me alegro. Claro que tiene su mérito llegar a estas alturas de la temporada con esta ventaja. Pero que digo yo que igual deberíamos pedirte algo más al equipo.
Te decía antes que tengo la sensación de estar viendo siempre el mismo partido, y así es. Comenzamos siempre a verlas venir, confiando en que el rival no te haga un gol y esperando en cambio que sí caigan de nuestro lado como por arte de magia. Mucho pase horizontal y mucha posesión que no vale para nada ni lleva a ninguna parte. Cuarenta y cinco minutos tirados a la basura.
Puede ser que llegues al descanso como hoy sin ningún gol en contra o perdiendo, como el día del Elche. A la vuelta de vestuarios se suele salir con algo más de ganas. Un poquito de presión, la pelota que se mueve más rápida y algún tiro a puerta (momento en que te das cuenta de que el rival está jugando con portero).

Puede ser también que en ese arreón, que suele durar unos diez minutos, hagamos un gol. Lo que ocurrirá entonces es que daremos por finiquitado el partido y volveremos al ritmo parsimonioso y lento de la primera parte. Intentaremos llegar al final aplicando la ley del mínimo esfuerzo, y hasta es posible que el míster realice algún cambio. Aunque, eso sí, el que salga se contagiará rápidamente de la parsimonia general evitando así molestar a los compañeros.
Hoy, como no podía ser menos, ha sido un calco de partidos anteriores. Hemos salido dormidos, dejando que el rival tuviera varias oportunidades. No las ha materializado gracias en gran parte a Courtois (que sí, que vale, que para eso está). Nosotros, mientras tanto, a lo nuestro, es decir, a la nada. Baste decir que nuestra mejor ocasión ha sido un remate al larguero de un jugador del Granada. Creo que con eso queda todo dicho.

En la segunda parte hemos salido de otra forma, con más ganas y más intensidad en el juego. Ha ayudado que Carletto haya sacado a Valverde por un inoperante Camavinga que no ha aprovechado la oportunidad que le daba salir de titular. Eso ha provocado además que Kroos ocupara el eje central del campo y desde ahí se pusiera a distribuir con criterio y, sobre todo, con velocidad. Esta vez el acoso a la portería rival no ha durado diez minutos, sino treinta, justo el tiempo que hemos tardado en hacer el gol.
Por suerte, hoy sí tocaba, ha emergido la figura de Marco Asensio. De repente vuelve el jugador que la pega con el alma, el que no piensa si va a fallar o no … simplemente apunta, dispara y marca. Viendo la calidad que tiene y la potencia con que le pega a la pelota, se entiende aún menos que no lo intente por lo menos tres o cuatro veces por partido.
Y, claro, como era de esperar, hemos dado el partido por finalizado y ganado. Volvemos al fútbol control, que al final ni es fútbol ni controla absolutamente nada. Con eso y con todo, Asensio ha estado cerca de marcar otros dos goles más. El balear y Militao (otro partido imperial por su parte) han sido sin lugar a dudas los mejores.

En resumen, que sin hacer (casi) nada del otro mundo resulta que de una tacada hemos ganado el partido y hemos puesto aún más tierra de por medio con nuestros perseguidores, gracias al empate del Sevilla y las derrotas del Betis y Atlético de Madrid. La verdad es que la jornada no podía haber salido mejor para nuestros intereses.
Y es que, al final, lo que cuentan son la eficacia, la victoria y los tres puntos. Lo demás, lo de jugar bien, entretener al respetable y evitar que te quedes dormido en el sofá, son cosas que nos gustan a cuatro zumbaos que sabemos de fútbol lo mismo que de física cuántica. Ya sabes: es lo que hay.
En fin, que la próxima semana se viene partido contra un rival duro de roer y que se encuentra en pleno ascenso de juego y resultados. Será el sábado a las 16:15 contra el Villarreal en el estado de La Cerámica. Como siempre, por aquí te lo contaré. Nos leemos.

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