Baloncesto

Euroliga 2021-22 – Jornada 17 – CSKA

Nunca pensé que en la felicidad hubiera tanta tristeza.

Mario Benedetti (1920-2009) Escritor y poeta uruguayo.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este tu rinconcito de madridismo, que viene activado hoy en modo baloncesto, artículo Euroliga, subsección denominada «pero qué güevos tienen».

(www.realmadrid.com)

He sentido muchas cosas viendo el partido. Unas buenas y otras malas. Unas menos buenas y otras menos malas. Pero al final, cuando todo ha acabado, lo que me ha quedado es un duro sentimiento de …

Tristeza

Te cuento. El partido de hoy no era uno más, era EL PARTIDO. Por las bajas debidas al COVID, por las debidas a las lesiones, por el rival, por la competición en sí y porque estamos llegando a un punto, yo por lo menos, en los que no podemos recibir más malas noticias. Necesitamos buenas nuevas, alegría, diversión y buen rollo. Necesitamos, en definitiva, salir de este círculo infernal en el que nos hemos metido.

(www.realmadrid.com)

Y así, con estos condicionantes, nos presentamos a jugar, contando con sólo seis jugadores de la primera plantilla, tres juniors debutando en el equipo y el segundo entrador al mando. Eso sí, para compensar, en la mochila llevábamos una camiseta, un escudo, el alma, el sentimiento de no darse nunca por vencidos y, por encima de todo, el empuje de millones de madridistas que a lo largo de 119 años de historia han forjado lo que hoy somos.

Y entonces comenzó la fiesta: un robo por aquí, un tapón por allá, presión en defensa, cambios constantes para evitar el cansancio y mantener siempre un quinteto fresco y con fuerza en la cancha, ahora un triple, ahora una penetración a canasta, te pongo otro gorro y te robo otro balón. Al CSKA (léase chesca, de nada) le caía granizo por todos los datos sin que tuviera siquiera la opción de abrir un paraguas o ponerse a cubierto.

(www.realmadrid.com)

Reaccionó el equipo ruso en el segundo cuarto. A ver, que no son un equipo del montón. Es lo bueno de la Euroliga, que no hay equipos malos y que siempre tienes un durísimo rival cada jornada al que enfrentarte … no sé si me entiendes. Con la perspectiva que da escribir esto una vez finalizado el partido, podríamos decir que durante este cuarto los nuestros se limitaron a ahorrar fuerzas y a activar el control de daños para que no llegásemos al descanso con el partido perdido.

Y a ciencia cierta que se consiguió, vaya que si se hizo. Llegar a este punto del partido estando sólo tres puntos abajo, sinceramente, yo lo consideré como un triunfo. Porque le decía al CSKA ojito que aquí estamos, porque mantuvo intactas nuestras opciones de victoria y porque, por encima de todo, mantuvo también intacta la ilusión de todo el madridismo.

(www.realmadrid.com)

El tercer cuarto sirvió para preparar el terreno cara al golpe final. Williams-Goss y Llull marcaban el ritmo que en cada momento más y mejor nos convenía. Ahora cojo un rebote y salgo pitando hacia el aro rival, ahora pongo la pausa necesaria, juego en estático y acabo la jugada con un triple. Todo ello mientras se mantenía la tensión y el buen hacer en defensa. Resultado: uno arriba al final del cuarto.

Y llegamos al último cuarto. Y resultó que la gran defensa que habíamos hecho hasta el momento se convirtió en un muro infranqueable. Tiros punteados, manos que se movían por todos los lados, tapones y ayudas constantes que provocaban un fallo tras otro en los moscovitas. Y si nos cogían el rebote, pues nada, vuelta a empezar, y así un ataque ruso tras otro.

(www.realmadrid.com)

La defensa sirve para que el rival no meta pero, lógicamente, por sí misma no hace que ganes el partido. Para ello necesitas meter tú. Añádele que en estos momentos álgidos del partido hay muñecas que se encogen, piernas que no pueden ni levantarse y mentes que no pueden más de puro agotamiento. Pero no fue el caso de Williams-Goss: defendió, dirigió, luchó y, sobre todo, metió las canasta que debía meter cuando tocaba. Sin duda su mejor partido de blanco hasta ahora.

Es justo destacar también a los jóvenes: Baba Miller, Sediq Garuba (sí, el hermano) y, fundamentalmente, Urban Klavzar, que con diez puntos y un triple en el momento más caliente del partido fue una pieza importantísima de la victoria. No te negaré que cuando vi a un esloveno saltar a la cancha portando el número siete y convertir en un triple la primera pelota que le llegó a sus manos … tuve un ataque de nostalgiaalegríaañoranzaalborozoyjúbilo que no te lo puedes ni imaginar. Tú ya sabes a qué me refiero.

(www.realmadrid.com)

Y así llegamos al final del partido, con el CSKA rendido e incapaz siquiera de hacer faltas que les permitiera tener alguna, aunque remota, posibilidad de alargar el partido. Y, claro, con el bocinazo final pues te lo puedes imaginar: gritos, abrazos, satisfacción, entusiasmo y todos los sinónimos adicionales de la palabra alegría que se te puedan ocurrir.

En resumen: primer cuarto para ser los primeros en dar, segundo para madurar y obligar al contrario a un esfuerzo extra, tercero para preparar el golpe y el cuarto para darlo de forma definitiva. Excelente Chus Mateo y su equipo en la dirección y excelso el esfuerzo de los nuestros que nos han vuelto a regalar otra noche mágica. Desde aquí únicamente puedo decir: GRACIAS.

(www.realmadrid.com)

Llegados a este punto, supongo que te estarás preguntando cómo es posible que, habiendo pasado lo que ha pasado, esté triste. Pues te lo voy a confesar: hoy tenía entradas para ir al Wizink. Y no he ido porque esta puta pandemia, este malnacido virus con el que nos toca convivir, ha logrado su objetivo: acojonarme, asustarme y turbarme el ánimo … hasta el punto de decidir quedarme en casa para no correr el riesgo de tener que pasar estas fiestas aislado en mi habitación.

A pesar de todo, te confieso también que no me arrepiento de la decisión. Hoy he tenido miedo, mucho, y me he quedado en casa. Es lo que tocaba y es lo que he hecho. Como ya te he dicho algunas veces: es lo que hay.

En fin, que no te quiero dejar a ti también con mal sabor de boca: hoy le hemos enseñado al mundo qué es el Real Madrid y por qué los madridistas nos sentimos tan orgullosos de nuestro equipo. Y ahí seguimos, en la parte alta de la clasificación cuando hemos llegado al ecuador de la fase regular. Ya te digo que ni tan mal.

Me queda ya únicamente despedirme, no sin antes darte las gracias por haberte pasado por este rinconcito un día sí y otro también, desearte que pases unas felices fiestas y que en el próximo año se cumplan todos tus deseos, tanto los confesables como los inconfesables, en la seguridad de que nuestro equipo seguirá dándonos alegrías. El año que viene más y mejor, ya lo verás. Abrazos y besos. Nos leemos.

(sí, ya lo sé, es la misma despedida que utilicé ayer al final de la crónica del partido en San Mamés … es que me pillas muy cansado, que ya tengo una edad. Espero que sepas disculparme)

Aquí te dejo con un par de resúmenes del partido. Que lo disfrutes.

https://platform.twitter.com/widgets.js

https://platform.twitter.com/widgets.js

Categorías:Baloncesto

Etiquetado como:,,