Uno tiene que ir muy lejos, para saber hasta dónde se puede ir.

Heinrich Böll (1917-1985) Escritor alemán

Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido a este rinconcito de madridismo que hoy ha sufrido y disfrutado casi a partes iguales con el primer partido de la historia de las nuestras en la Champions femenina. Que no te engañe el resultado: nuestro equipo no ha defraudado, ha luchado, se ha caído, se ha levantado, se ha vuelto a caer y se ha puesto en pie de nuevo.

Entre la eterna duda de saber si el vaso está medio lleno o medio vacío, yo no tengo dudas. Y el gol de Kenti Robles, además de hacer justicia en el marcador, nos permite seguir soñando, nos autoriza a ilusionarnos y nos demuestra que de vez en cuando querer es poder. Porque lo que está claro es que …

Hay vida

Verás, te cuento. La cosa fue más o menos así: Ivana cogió la pelota y ensanchó el campo entregándosela a Kenti Robles …

La verdad es que el comienzo del partido nos dejó muchas dudas y nos metió en el cuerpo temores que se iban incrementando a medida que el City se iba acercando cada vez con más claridad a nuestra portería. Y menos mal que Misa fue desbaratando una tras otra las oportunidades de las inglesas, porque de no haber sido así el destrozo hubiera alcanzado proporciones enormes. Justo es por tanto destacar a la canaria como parte actora fundamental.

… antes de que el balón llegara a la mexicana, Athenea ya tenía en la cabeza qué es lo que tenía que hacer una vez la pelota aterrizara en sus dominios. Y llegó, porque Kenti continuó con la jugada y lanzó la pelota hacia Athenea …

Fueron los primeros quince minutos un quiero y no puedo por nuestra parte, con Tere intentando poner orden y el equipo echando muchísimo de menos a nuestra metrónoma particular. No existe el recambio perfecto para Maite Oroz, más que nada porque es muy difícil suplir a la profe en lo que mejor saber hacer: ordenar y guiar al equipo.

… que mucho antes de que el balón se acercara a sus botas ya se estaba girando, mientras a Stokes le cambiaba la cara al ver cómo la cántabra se la estaba jugando …

Pero a partir del minuto quince el partido ya fue otro. Una vez pagada la novatada, con Tere y Kaci al mando de las operaciones, con Ivana anticipándose a cada pelota que las inglesas querían meter en profundidad, con Athenea encarando una y otra vez y con Esther en la punta de lanza, el encuentro ya tenía otro color.

… y vaya si se la jugó: con un simple movimiento de cadera y un giro sobre sí misma, Athenea ya se había librado de la defensa y avanzaba con paso firme hacia la portería rival …

La presión y el robo de balón en el campo del City se convirtió en la norma y así las oportunidades fueron cayendo como fruta madura: hasta tres ocasiones claras tuvo Esther para abrir el marcador. Nota mental uno: los goles de Esther llegarán tarde o temprano, y cuando comiencen a llegar ya no habrá defensa que pare el vendaval.

… mientras tanto, Kenti, lejos de quedarse parada admirando la maravilla que su compañera acababa de ejecutar, siguió avanzando hasta la portería rival. Pero volvamos a Athenea que …

En esas estábamos cuando llegó uno de los momentos importantes de la noche. Corría el minuto 43 y penalti claro sobre Ivana que en primera instancia la colegiada no pita (¿por qué les costará tanto a árbitros y árbitras pitarnos un penalti a favor? ¿será que les quitan parte del bonus si lo hacen? mi no comprender) pero que gracias a que la juez de línea (recordemos que en el fútbol femenino no hay VAR … no, yo tampoco sé la razón) avisa a la árbitra, al final es señalado.

… ya ha llegado libre de marca hasta el lateral derecho del área grande del City, ha levantado la cabeza y ha visto a Esther desmarcada, se avecina centro …

Total, que disponemos de una oportunidad de oro para meter el primero y encarrilar el partido. El público (sí, allí estábamos unos cuantos, había ganas de volver, las cosas como son) comienza con las palmadas, Esther coge la pelota, la sitúa en el punto de penalti, el ritmo de las palmadas se intensifica, toma carrerilla, chuta … el balón que se marcha por encima del larguero y la decepción que durante unos segundos se apodera de todos nosotros. Nota mental dos: recordar constantemente la nota mental uno.

… y exactamente eso es lo que ocurre: centro preciso al corazón del área que Esther remata de media volea pero no con la potencia suficiente ni la dirección adecuada como para que el chut vaya a portería (ya no sé qué nota mental toca) …

Y con esa pequeña decepción (lo del tamaño es un eufemismo) llegamos al final de la primera parte pensando que quince minutos de sufrimiento y treinta de alegría y ocasiones tampoco estaba tan mal, a pesar de que no hubiésemos llegado a perforar la portería contraria (ya sabes que el que no se consuela es porque no quiere).

… la pelota sale hacia la zona en la que está Nahikari que también intenta rematarla, pero no puede porque la defensa inglesa se adelanta y evita el chut de la guipuzcoana rechazando el balón hacia adelante …

Vuelta de vestuarios y el partido que se reanuda con las mismas sensaciones con que se había iniciado el encuentro, es decir, con el City dominando y atacando. La diferencia es que esta vez sí que nos hicieron gol. Nos decían en mis tiempos de infantiles que, en caso de duda en defensa, patadón parriba para alejar el peligro y ayudar al equipo de recolocarse: está claro que nuestras jugadoras no han tenido la suerte de haber escuchado los consejos del Padre Carlos.

… de tal forma que éste queda en zona de nadie, es decir, en la zona de la que más interés ponga, de la que reaccione más rápido, de la que sea más ágil, de la que no se resigne al lamento por la ocasión perdida; en resumidas cuentas: en la zona de Kenti Robles …

Y así como el que no quiere la cosa, vuelven los nervios, el dudar en el pase hasta el punto de fallar algunos de forma inexplicable, la falta de movimiento, de desmarques y, en definitiva, vuelven los nervios del principiante, del novato, del nuevo en la plaza. Por suerte, y esto es de un mérito enorme por parte de nuestras jugadoras, el aturdimiento dura poco, justo el tiempo que tarda Esther en mandar un remate de cabeza al larguero. Vamos por la nota mental tres ¿no?: tatuarse en el brazo las notas mentales uno y dos.

Pero ocurre otra circunstancia más que nos quita el aturdimiento y es que ¡¡¡POR FIN!!! nos damos cuenta de que hoy Athenea está de dulce, que siempre que lo intenta se va de Stokes y que por ahí tenemos un filón que debemos explotar … y vaya si lo explotamos. Y como por arte de magia resulta que nos damos cuenta de que …

Hay esperanza

Y entonces Athenea del Castillo, con sólo veinte añitos, con la durísima misión de sustituir a Marta Cardona, pero con una calidad y unas ganas que derrocha a raudales, además de la poca vergüenza que se le presupone a alguien de su edad; se echa el equipo a la espalda y comienza a entrar una y otra vez entre la defensa citycen como cuchillo en mantequilla. Hasta que llega el minuto 92 y …

… total, que la mexicana se lanza en pos de la pelota, la alcanza, arma la pierna, se hace el silencio en el Di Stéfano, chuta, Nahikari a duras penas consigue saltar para no interferir en la trayectoria del balón … y la pelota que se cuela en la portería contraria con la consiguiente algarabía, desbordamiento de emociones, chillidos, gritos, abrazos y, sobre todo y por encima de todo, la liberación total, tanto de las jugadoras como de los que allí estábamos.

En resumen: que hay vida y, precisamente por ello, hay esperanza. Que este equipo no se rinde y que tiene ahora mismo muchas más papeletas para clasificarse de las que tenía antes del partido (el City sigue teniendo mayoría de boletos, tampoco nos volvamos locos). Por cierto, que antes igual no lo dejé claro; lo veo medio lleno … el vaso, digo.

Y no hay más que te pueda contar, salvo que la vuelta será el miércoles día 8 a las 20:00 horas en Manchester. Confianza plena en este equipo, ayer, hoy, mañana y siempre. Por aquí te lo contaré, ya sabes, ¿y si sí?. Nos leemos, mientras tanto, disfruta del momento.