Tu mejor maestro es tu último error.

Ralph Nader (1934-?) Activista y abogado estadounidense.

Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este rinconcito de madridismo. Primer partido de liga de esta temporada y primera decepción. No te voy a mentir: esperaba muchísimo más de nuestras jugadoras. No se trata de ganar o perder, que también, si no de cómo se gana o de qué forma se pierde.

Hoy, las cosas como son, se puede decir sin temor a equivocarnos, por lo menos, no mucho, que no hemos dado una patada a un bote. Sin ideas, sin profundidad, sin mordiente delante, despistadísimas atrás y no cogiendo nunca el ritmo del partido. Baste decir que la mitad de la segunda parte estaba deseando que el partido acabara ya para que no nos hicieran más daño. Y es que lo hemos hecho …

Todo mal

El comienzo del partido fue un fiel reflejo del comienzo el otro día contra el City, con una diferencia: esta vez Misa no fue salvadora y el Levante se puso uno arriba a los cuatro minutos. Cero contundencia en defensa, con las granotas llegando fácilmente hasta nuestra portería mientras las veíamos pasar: sólo nos faltaba saludar a su paso. Esto, desgraciadamente, sería una constante a lo largo de todo el partido.

Nulo control en el centro de campo, con Claudia y Corredera perdidas y Tere intentando poner un poco de orden, evidentemente sin conseguirlo. Empeñadas en pasar directamente de la defensa al ataque, sin transición, sin pausa, todo prisas sin sentido y balones en largo con menos sentido aún. Es fácil acordarse de las que faltan, pero la ausencia de Maite Oroz se me antoja una auténtica desgracia de proporciones bíblicas para el equipo.

Inoperantes a más no poder en ataque: extraviada Esther y desorientada Nahikari, únicamente Athenea ponía algo de mordiente cuando cogía el balón; pero, claro, es tan evidente que era la única que podía llevar algo de peligro que a las defensoras del Levante les bastaba con estar un poquito pendientes de la cántabra para hacer malograr una y otra vez cada intento de ataque.

Llegaron los cambios que tampoco aportaron nada de valor positivo al equipo. Fueron pasando los minutos mientras seguíamos igual de inoperantes en todas las zonas del campo. Y, claro, como no podía ser de otra forma, los goles en contra fueron cayendo uno tras otro sin solución de continuidad. Fueron cuatro y podríamos decir aquello de … y gracias.

Ha sido de largo el peor partido que hemos jugado desde que somos lo que somos porque, insisto, no es la derrota en sí lo que duele, es la forma en que se ha producido. El otro día te dije que tenía confianza máxima en este equipo y me reitero en ello aunque eso no evite las críticas cuando haya que realizarlas, y hoy se las merecen todas.

Bien empleada estará esta derrota si sirve para reaccionar y para volver a la senda correcta, es decir a la senda de hacer bien las cosas y de no creer que los partidos se ganan por arte de magia. La senda que la temporada pasada nos llevó a completar un ejercicio excelente y que nos colocó en posición de disputar la Champions este año.

Y hablando de la Champions, recordarte que el próximo miércoles a las 20:00 horas será el partido de vuelta de la eliminatoria clasificatoria previa. Dicho queda que el City es favorito, lo era antes del partido de ida y lo sigue siendo ahora; pero, oye, ¿y si sí? ¿y si resulta que nuestro idilio con esta maravillosa competición se traslada al equipo femenino?

Pues eso, que por aquí te lo contaré y espero que pueda traerte buenas noticias. Nos leemos.