
Tranquilo, la
Del lat. tranquillus.
1. adj. Quieto, sosegado, pacífico.
2. adj. Dicho de una persona: Que se toma las cosas con tiempo, sin nerviosismos ni agobios, y que no se preocupa por quedar bien o mal ante la opinión de los demás.
Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este rinconcito de madridismo. Llevamos cuatro jornadas de liga con un balance de un partido aplazado, uno empatado y dos victorias consecutivas. Zidane se ha empeñado en dar oportunidades a todos y, más o menos, el personal está respondiendo; a ver, algunos están en un poco mejor forma que otros pero, en fin, que estamos al principio del comienzo, como quién dice. Courtois ha echado el cierre, Varane se ha olvidado del partido en Manchester, Jovic lleva ya dos partidos seguidos de titular y a Hazard se le ha terminado, por fin, el bono con buffet libre en el Burger King. Bueno, en fin, parece un buen balance, las cosas como son. Entonces, ¿por qué tengo esta desazón? ¿a qué viene este desasosiego? ¿por qué comienzo los partidos sentando tranquilamente en el sofá degustando una cerveza y los termino pegado a la televisión cagándome en todo y en todos? Si hago esto ahora ¿qué no haré dentro de unos meses? Quizá es que los años me han vuelto más cascarrabias o quizá lo que me pasa es que me desespera tanta ….
Tranquilidad
No nos engañemos: lo que nos gusta es el ritmo, las idas y venidas, el movimiento constante, p’alante, p’atrás, un tiro a puerta, y otro, y un centro desde una banda, ahora desde la otra, luego coger la pelota en esa misma banda e intentar, y conseguir, regatear al contrario, un tiro desde fuera del área … en definitiva, cómo muy bien lo definió Xabi Alonso en su momento: rock and roll. Eso es el Real Madrid. Sin ir más lejos, algo parecido a la primera parte en San Sebastián.
En cambio ¿qué hemos tenido hoy? Una melodía desencadenada sin fin en la que Demi Moore se dedica a amasar el barro con la ayuda inestimable de Patrick Swayze, o, dicho de otra forma, un festival del desafine en el que nuestro centro del campo se ha dedicado a amasar la pelota con la inestimable ayuda del resto de la tropa. Y en ambos casos con el mismo resultado: nada, mucho ladrar y poco morder. Únicamente Modric, y no siempre, intenta ir para adelante cuando tiene el balón. Ni siquiera Vinícius, que para eso está y para eso se le ha fichado, intenta desbordar al contrario. Cagonmivida: coge el balón encara e intenta irte; y si no te sale lo vuelves a intentar en la siguiente jugada, y si sigue sin salir, pues lo vuelves a intentar … y así hasta que te salga. A veces parece que el partido no va con ellos y de verdad que en esos momentos me desespero sobremanera.

Luego está el míster. Hoy, una vez más, ha vuelto a dar, en mi opinión, una de cal y otra de arena. Le pasa mucho, creo que demasiado: en su haber está que sabe leer bastante bien los partidos y hacer los cambios que el mismo necesita (eso sí, nunca, salvo catástrofe, antes de minuto sesenta … algún día sabremos el porqué ) pero en su debe está que tiene que hacer esto con excesiva frecuencia, es decir, que siendo un buen lector durante el partido para corregir el rumbo, no parece tener la misma sapiencia para antes del mismo plantearlo de forma adecuada. Como me suele decir mi jefe, me apuntaré esto como «línea de trabajo» para intentar ponerte ejemplos en los próximos días.
Y finalmente está lo de Hazard. Parece ser, se dice, se comenta, que hay gente que la ha palmado después de morderse la lengua. Pues eso, que me voy a arriesgar y ahora voy a ser yo el que se va a tranquilizar un poco.
Y por hoy creo que no tengo nada más que contarte. Únicamente recordarte que la próxima parada será el domingo a las 16:00 horas en Valencia contra el Levante y que aquí estaremos para contártelo. Si quieres dejarme algún comentario, ya sabes dónde es. Gracias por la visita. Nos leemos.

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