Goles de Benzema y Varane. Los del Villarreal obra de Cazorla.
Retroceder ante el peligro da por resultado cierto aumentarlo. Gustave Le Bon (1841-1931) Psicólogo francés.
Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido de nuevo a este rinconcito de madridismo y bienvenido de nuevo a la realidad, la que marca nuestro devenir por LaLiga y lo muchísimo que nos la suda y el escasísimo valor que le damos a este torneo. Y es que se ha instalado entre nosotros la que yo llamo …
Regularidad negativa
Jornada tras jornada nos empeñamos en tirar a la basura las, cada vez menos, oportunidades que nuestros rivales nos van dando para que podamos si quiera engancharnos y luchar un poco, tener alguna remota posibilidad de hacer algo esta temporada.
Me decía un amigo hace unos días que lo que estaba claro es que la palabra «regularidad» no figuraba en el diccionario de la inmensa mayoría de la plantilla. Yo difiero de ello: el problema no es que no seamos regulares, sino que lo somos en lo malo. Es lo que yo llamo la regularidad negativa. ¿Y en qué consiste? Yo te lo aclaro, para eso estamos:
Define mi amada RAE la palabra regular en su acepción segunda como «Uniforme, sin cambios grandes o bruscos«.
Y yo me pregunto, y utilizando la definición anterior: ¿hay alguien en la Europa futbolística más regular en este momento que Marcelo? Ya no defiende, a duras penas ataca y se dedica a pasar el rato con su ya inconfundible trote cochinero. Pero como lo hace siempre, eso le convierte en un tío regular, a mal, te lo compro, pero regular, eso no me lo puedes negar.
Y esto es de aplicación para muchos más componentes de la plantilla. Por ejemplo, Benzema: convierte en gol una oportunidad de cada dieciocho. Alguna vez meterá un gol a la número dieciséis, pero eso no evitará que sea un tío regular.
Y qué decir de Bale: lesión, recuperación, demostración de poderío físico, gol, apatía y lesión … y vuelta a empezar. Si eso no es ser regular, que baje Dios y lo vea.

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Dice el míster que Lucas Vázquez recorre quince kilómetros en cada partido … un tío regular, sin lugar a dudas. El día en que esa jartá de kilometraje se convierta en algo positivo para el equipo será la leche.
Quizá por ahí se explique la desaparición de Ceballos. Un jugador que cada vez que sale, poco, mejora a los que tiene a su alrededor puede que sea regular … pero irregulariza a sus compañeros y eso no se puede permitir.
Y ahí es dónde entra en juego Solari. Su regularidad consiste en no poner nunca a los que mejor están y dejar en el olvido a los que pueden hacer cosas diferentes, léase Ceballos o Vinicius, por citar dos ejemplos. Únicamente se atrevió con Llorente y salió tan bien el experimento que el propio destino se ha ocupado de desfacer el entuerto y lesionar al bueno de Marcos dejando así vía libre al regreso de Casemiro … otro tío la mar de regular, por cierto. Será divertido ver cuál será la decisión una vez que Llorente vuelva a estar disponible.
Y así de esta manera vamos de cagada en cagada hasta la derrota final algo que, ya me perdonarás las dotes de adivinador, llegará tarde o temprano y entonces podremos decir aquello de qué dura fue la caída … y cuan fútil fue nuestra regularidad.
Nos leemos el domingo después del partido contra la Real Sociedad. Hasta entonces, ya sabes, procura ser regular … tanto en lo bueno como en lo malo.
La entrada de hoy para el diccionario:
Despistao: característica principal a tener si quieres llegar a ser el lateral izquierdo titular del Real Madrid.
Por cierto, gracias al Villarreal por el pasillo inicial. Un detalle.

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