Hola qué tal, cómo estás, bienvenido a este rinconcito de madridismo. Pues sí, lo has adivinado: la visita championera de este año es a

ROMA

Roma, la ciudad que fue Imperio, la ciudad que renació de sus propias cenizas, la ciudad que sobrevivió a sí misma y a los demás.

Roma huele a Nerón, a Trajano, Calígula, Claudio y Julio César. Y también a República, a Senado, a Consejo de Ancianos, a Asambleas Populares y a la Ley de las doce tablas.

Huele a los mellizos Rómulo y Remo y a la loba Luperca, y a luchas intestinas que acaban con el asesinato de un hermano a manos del otro o con el de un padre a manos de, entre otros, su propio hijo.

Huela a bacanal, a excesos y a decadencia. Y a catacumbas, a legiones, a guerras, a sangre y a muerte; huele al Coliseo.

Huele a capital, a negocios, a bullicio y a alegría aunque también a recogimiento, oración y fe.

Y huele a cine, a Marcelo y Anita viviendo la Dolce Vita en la Fontana de Trevi

pero también a Audrey  y Gregory recorriéndola en Vespa

Y a la más grande y más bella … huele a Sofía

Aunque lo que más nos interesa, porque eso es lo que nos lleva ahora hasta allí, es que huele a Fútbol. Huele a la Roma y a la Lazio. Huele a Guaita y también a Chinaglia. A Totti y a Mancini. A Batistuta y a Verón.

Pero huele, sobre todo, al Olímpico, a la casa común de todos a los que les gusta el fútbol en Roma.

Impregnémonos de su pasado mientras vivimos y disfrutamos de su presente. Y esperemos ver al Real Madrid de la Champions … que al de la liga ya lo hemos visto y no nos gusta. Nos leemos.