Goles de Bale. Los del Celta obra de Wass y Maxi Gómez.
Ver, entender, explicar y actuar.
Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido un año más a este rinconcito de madridismo. Vamos al lío que hoy hay tela y luego me pierdo.
No puede ser que el entrenador no vea lo que vemos, si no todos sí por lo menos la mayoría: no jugamos a nada, la mayor parte del tiempo no presionamos, cuando lo hacemos, es una presión tan insulsa que cualquier equipo nos sobrepasa con dos toques, no sabemos qué hacer con el balón, no tiramos a puerta, no hay desmarques (excepción hecha de Bale) y ya ni siquiera nos queda el arreón final, la llamada al séptimo de caballería, cuando las cosas están mal. Claro que, a lo mejor, sí que lo está viendo. Volveré a este tema más adelante.
El azul del mar inunda mis ojos,
el aroma de las flores me envuelve.
Contra las rocas se estrellan mis enojos
y así toda esperanza me devuelven.
Define mi amada RAE la palabra «entender» en sus dos primeras acepciones como «Tener idea clara de las cosas» y «Saber con perfección algo«. Haciendo por tanto caso a ambas definiciones, podríamos decir que del entrenador del Real Madrid lo mejor que se podría decir es que entiende, es decir, sabe lo que pasa y lo que hacer porque para algo es uno de los mejores en su puesto. Volveré a este tema más adelante.
De lo que no cabe duda es que son estos los dos aspectos principales para poder explicar qué está pasando. Si miras lo que pasa y entiendes lo que está pasando te será fácil explicar el por qué y, por tanto, actuar en consecuencia. Ergo, si no lo haces así, es decir, si no llegas a un punto en que aplicas las soluciones y arreglas el problema, los demás estaremos autorizados a pensar que o bien no ves, o ves pero no miras, o ves y miras pero no entiendes o ves, miras y entiendes pero no sabes o, lo que es peor, ves, miras, entiendes y sabes pero no quieres o no puedes.
Las ratas corren por la penumbra del callejón,
tu madre baja con el cesto y saluda.
Seguro que ha acabado tu jersey de cotton,
puedes esbozar una sonrisa blanca y pura.
Esta situación, guste o no guste, es responsabilidad principal del míster (ya he vuelto a dónde te dije antes) y es a él al que, principalmente, le corresponde darle arreglo y encontrar la solución: ver, entender, explicar y actuar. Por qué el extraordinario gestor de plantilla que demostró ser Zidane la pasada temporada, que consiguió implicar a todos los jugadores en un bien común, se ha convertido ahora en un técnico miedoso, incapaz de lanzarse, aunque fuera una única vez, al vacío, dispuesto a morir con las botas puestas aunque esas botas están llenas de agujeros …. es algo que soy incapaz de explicarte.
De todas formas, verás que he utilizado las palabras (responsabilidad principal) para referirme al míster. Es norma general en estas circunstancias echar toda la culpa al entrenador. No te digo yo que no sea el principal culpable, pero a muchos de los jugadores de la plantilla, no es por nada, pero algunas veces hay que echarles de comer aparte. Excepción hecha de Gareth, Nacho (menos hoy) y Lucás Vázquez; no veo a ninguno en buen estado de forma. Y, lo que es peor, parece como si de repente hubiera dejado de pasarles sangre por las venas: insulsos, sin lucha, cansados desde el minuto cinco y sin espíritu ninguno. El porqué jugadores que hasta antes de ayer habían firmado la mejor temporada histórica del club ahora parecen ahora almas en pena hasta el punto que lo mejor que se podría decir de ellos es que parecen componentes de la santa compaña, es otro misterio que ahora mismo se me antoja insondable.
Seguro que algún día, cansado y aburrido,
encontrarás a alguien de buen parecer,
trabajo de banquero bien retribuido
y tu madre con anteojos volverá a tejer.
El problema añadido es que ahora mismo no solo no estamos en disposición de asaltar la liga (ni el más animoso y acérrimo seguidor creo que esté pensando en ganar el campeonato esta temporada) sino que, además, ni siquiera estamos en la lucha por el segundo o tercer puestos. Y esto, amigos, sí que es grave. Porque una cosa es que no ganemos la Liga (no se puede ganar siempre, eso hay que tenerlo claro) y otra bien distinta es que, en este momento con la clasificación en la mano, estamos más cerca de los puestos de Europa League que de los de Champions. Una cosa es no ganar y otra hacer el ridículo.
En fin, qué te voy a contar, son malos tiempos para el madridismo y los madridistas. De peores hemos salido por lo que, ahora mismo, lo que hay que hacer es intentar salir de este socavón cuanto antes. En las manos de Zinedine y de los jugadores estamos. Si ellos quieren, saldremos. Confiemos en que el sentido común vuelva al lugar del que nunca se debió ir y, a ser posible, que lo haga antes de que venga el PSG con toda su artillería. Hasta la próxima. Malos tiempos éstos para la lírica, las cosas como son.
Categorías:Fútbol
Feliz Año Nuevo Madridistas.
Efectivamente David esto no pinta bien.
Con independencia de lo conseguido el flamante 2017, hay piezas que no encajan en este engranaje.
En verano, sólo se vendió y no compramos en el mercado estival.
Lo que salió era bueno y los jóvenes talentos, todavía están muy verdes.
Creo además q el Entrenador manda al equipo a una presión alta, cuando los jugadores están en esos mesociclos bajos ( si en Agosto estás a tope para vencer en dos finales de Supercopa, ahora no puedes tener el mismo ritmo).
Por lo que esa semi-presion se desinfla y más si no consigues adelantarte en el marcador. Ya nos sucedió con el que va a ser Campeón de Liga y ayer, más de lo más en Balaidos.
Creo que según está ahora mismo el equipo, debemos echarnos un poquiiiiiiiito atrás y salir con Bale que es el q anda mejor.
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De acuerdo con lo que dice Pedro excepto con lo de que los jóvenes están verdes. Aunque así fuera hay que ponerlos. Tampoco veo que hagamos una presión muy arriba. Corriendo como pollos sin cabeza normal que acabemos reventados. En fin, veremos qué nos depara el futuro.
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