Te tengo que hacer una confesión: no me gusta ejercer de manitas en casa. Cuando ejerzo, lo hago unas veces porque no hay más remedio (una bombilla fundida, un enchufe que se rompe, una puerta que chirría …) otras por «imposición» (cambiar la mampara del baño) y otras, las menos, porque yo lo valgo (la declaración de la renta). 

Y no me hacerlo gusta por dos razones fundamentales: la primera porque, para qué vamos a engañarnos, me apetece más estar tirado en el sofá y la segunda y fundamental porque creo que cada trabajo tiene un profesional detrás que es el que sabe y lo hace bien.

Si hay que pintar lo suyo es llamar a un pintor. Si se estropea el coche lo suyo es llevarlo a un mecánico. Qué mejor manera de arreglar una ventana que llamando a un cristalero. Y no te digo nada si de lo que se trata es de arreglar un grifo: por favor, se llama a un fontanero y punto, vamos digo yo.

Pues resulta que a la vez que estaba viendo el partido iba yo haciendo cábalas de lo que teníamos que hacer para empatar o ganar: 

– Quedaban 30 minutos … pues un gol cada 10 y el partido es nuestro
– Quedaban 20 … pues un gol cada 10 y por lo menos empatamos
– Si seguíamos igual cuando quedaran 15 … pues un gol cada 7 y a estos ingleses se les queda cara de tontos
– Si continuábamos palmando de 2 cuando quedaran 5, pues por lo menos a meter el gol de la honra.

Seguía yo con mis cuitas cuando de repente dí con la solución definitiva: si queda poco tiempo y hay que remontar, Julen, hombre, saca a todos los del Madrid al campo, es decir, PON A LOS PROFESIONALES DE LAS REMONTADAS Y LOS GOLES EN EL ÚLTIMO SUSPIRO!!!!!!

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Y así sucedió que en los últimos minutos les cascamos dos goles, el primero Iago Aspas (qué forma de debutar ¿tenemos 9?) y el segundo y definitivo de Isco (qué forma de callar un campo)

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Dicho lo cual, también te confieso que debo ser un tío muy raro porque a mí hoy la selección me ha gustado. Bueno, mejor dicho, me ha gustado y me ha terminado de convencer el seleccionador. Sobre todo porque, más allá de que se le pueda discutir tal o cual decisión (quizá Iñigo Martínez no esté entre los mejores centrales de España y Nacho, desde luego, rinde más de central que lateral, por ponerte dos ejemplos) lo que valoro enormemente es que en todo momento ha ido a por el partido, ha movido a los jugadores según se iba desarrollando el encuentro, ha hecho los cambios que tocaban en cada momento, ha intentado y probado infinidad de cosas (que si defensa de 3 con Carvajal más adelantado, que si pongo toda la artillería cuando se necesitaba, que hago debutar a dos jugadores que salen a comerse el campo, que sumo más centrocampistas para jugar el balón, etc. etc. etc.)

Es esa valentía, esas ganas de innovar y de mejorar minuto a minuto, ese estar encima constantemente de los jugadores y, por encima de todo, la pasión que pone en todo lo que hace; lo que creo que es la mayor diferencia con la etapa anterior. Luego los resultados vendrán o no, serán buenos, malos o regulares, pero lo que no se le podrá discutir a Lopetegui son las ganas de agradar, de hacer cosas diferentes y que éstas vayan en consonancia con lo que el partido necesita en cada momento.

Y nada más, te dejo con la ficha del partido. Y, por cierto, gracias por la visita. Hasta la próxima.

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