
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla.
George Santayana (1863-1952) Filósofo y escritor español.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Partido de ida de los cuartos de la Champions en el que creo que hemos sido superiores y cuyo marcador final personalmente no se me antoja corto toda vez que, aunque hemos tenido variadas oportunidades para haber hecho algún gol más, el Chelsea también ha tenido las suyas. Los goles que no metes por los goles que falla el contrario, ya sabes.

Como siempre, se me amontonan las ideas de las cosas que quiero contarte a la vez que aumenta mi agobio al no saber si voy a poder hablarte de todas y si seré capaz de trasladarte de forma clara mis pensamientos (que desde ya te digo que va a ser que no). Así que, también como siempre, lo mejor será empezar ya sin más dilación. Vamos al lío.
La vida
Verás, en los últimos días he tenido varios ejemplos de lo que la vida, y también su finalización, nos puede ofrecer. Desde la naturalidad y la curiosidad de un bebé que no llega al año de vida hasta la pérdida temprana, y dolorosa, de quien tenía aún muchos años por delante para vivir y disfrutar.
No me quiero poner transcendental, pero hay veces, sobre todo cuando alguna desgracia te toca de cerca, en que me pregunto hasta qué punto hago bien yendo al campo o, simplemente, poniéndome la repetición de la última final que hayamos jugado. La pregunta es sencilla: se trata de saber si está bien intentar divertirse cuando tú o gente cercana lo está pasando mal. El fútbol suele ser una buenísima válvula de escape (obviamente, para mí es la mejor) para aquellos momentos en los que necesitas evadirte de la, muchas veces, cruda realidad.
No te digo nada cuando esa muchas veces esa descarnada realidad te toca tan directamente que es prácticamente imposible quitártela de la cabeza y cuando, para mas inri, te toca sufrir a «compañeros» que se mofan de tu sufrimiento. Lo que viene a ser que te toquen tus partes nobles sin autorización y, encima, con saña.
Por todo esto (perdón por la chapa inicial) quiero destacar en primer lugar el partido que ha hecho hoy Fede Valverde, que ha sido para quitarse el sombrero: siempre ha estado donde tenía que estar, ha conducido la pelota cuando lo ha tenido que hacer y la ha soltado cuando era lo que la jugada requería. En todo momento ha estado disponible para proporcionar una ayuda al compañero que lo ha necesitado. Bien situado para cortar los avances del contrario y mejor aún para iniciar los nuestros. Si hubiera marcado gol estoy totalmente seguro de que el estado se habría venido abajo.
La Champions
Ya sé que suena a frase hecha y que a fuerza de repetirla parece que pierde parte de su valor … nada más lejos de la realidad. Cada nueva temporada, cada partido, desde el primero de la fase de grupos, pasando por las distintas eliminatorias y hasta el partido final, se va renovando y aumentando su valor.

«El Madrid en Champions es otra cosa» es una frase que encierra en sí misma toda la esencia y todo el idilio que mantenemos con esta competición. Además, sirve tanto para lo bueno como para lo malo y puede ser usada indistintamente por un madridista y por un antimadridista.
Puedes decirla cuando vamos primeros y rumbo a otro título de Liga y también cuando es imposible ganarla y, encima, tenemos al tercer clasificado pegado al cogote. Sirve para explicar remontadas épicas, victorias pírricas y derrotas en la fase de grupos, es decir, cuando no valen para (casi) nada. El Madrid y la Champions … es imposible entender a uno sin la otra y viceversa.
El arbitraje
Tranquilo que (hoy) no te voy a hablar del Barçagate ni del negreirato. Pero sí que me gustaría destacar una cosa que creo que es importante y es la abismal diferencia de criterio que en el tratamiento de las faltas y las tarjetas existe entre los árbitros de la Liga y los de la Champions. Me explico:
Siempre me ha fastidiado esa norma no escrita de que la primera falta es gratis. Ya puedes darle al contrario una cornada con dos trayectorias que, si es la primera falta del partido y se lleva jugado poco tiempo del mismo, no te enseñaran tarjeta alguna. Es más fácil que te toquen el bote de la primitiva y el cuponazo en la misma semana a que te expulsen antes del minuto 60, aunque te lo merezcas.

Hoy a los cinco minutos primera falta a Vini (por cierto, que tremendo partidazo el suyo) sin opción de disputar el balón: tarjeta y a otra cosa. En nuestra amada Liga la misma jugada se habría saldado con un aviso al infractor acompañado de algún aspaviento con los brazos para que parezca que el colegiado está muy enfadado y la advertencia al propio Vini (no sé si te he dicho ya que se ha marcado un partidazo … otro más) de que no protestara. Si es falta y es tarjeta, se saca sea el minuto uno o el noventa, y sea cual sea el color de la misma.
Y para los que leen esto en clave antimadridista: dos minutos después falta clara de Camavinga también merecedora de tarjeta que acaba amarilla para el francés. Es decir, cuando todavía no habíamos llegado siquiera al minuto diez de partido, ya había un jugador de cada equipo justamente amonestado. La siguiente tarjeta no llegó hasta cincuenta minutos después … el valor de una tarjeta a tiempo.
Courtois
Seguramente leerás y oirás por ahí que hemos sido muy superiores al Chelsea, sentencia que irá acompañada del lamento por no haber conseguido una victoria por un margen más amplio, que a su vez va de la mano con la siempre efectiva tendencia de minimizar nuestros triunfos poniendo a caer de un burro al contrario. Ya sabes, nosotros nunca somos los buenos, el tema está en que ellos son muy malos y encima tenemos mucha suerte.

Aunque pensándolo bien quizá algo de suerte sí que tenemos: la suerte de tener a Thibaut Courtois defendiendo nuestra portería. Si ya la temporada pasada su contribución a que nos hiciésemos con la decimocuarta fue fundamental con actuaciones que no exagero al calificar de sobrehumanas; esta temporada parece que la cosa va por los mismos derroteros.
Su parada en la jugada inmediatamente posterior a nuestro primer gol, no sólo ha sido antológica, extraordinaria y de una belleza y plasticidad excepcionales; sino que, además, ha evitado que el Chelsea se rehiciera después de nuestro gol y nos pusiera en más aprietos.
No tengo la menor ni la más mínima duda de que ahora mismo no sólo es el mejor portero del mundo sino que me atrevería a decir que lo es también de toda la galaxia conocida. Disfrutemos del enorme privilegio de tenerlo a nuestro favor.
Final
En resumen: partido grande de los nuestros aunque hayamos fallado con el estoque. El resultado a pesar de todo es muy bueno … aunque remontable a poco que la cosa se tuerza un poquito. No hace falta que te recuerde lo mucho que sufrimos la temporada pasada para eliminar a este mismo equipo. No queda otra que ir a Londres a rematar la faena.
Mientras llega ese momento (el próximo martes a las 21.00 horas) tendremos que pasar por Cádiz para dar cumplida cuenta de la jornada 29 de la Liga (el sábado también a las 21:00 horas). Rezando desde ya para que no haya que lamentar ninguna baja. Como decía aquél: madrecita, que me quede como estoy.
Sea como fuere, por aquí te lo contaré. Nos leemos.

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