
Ambos se dañan a sí mismos: el que promete demasiado y el que espera demasiado.
Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) Dramaturgo, crítico literario y pensador alemán.
Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido un día más a este rinconcito de madridismo. Creo que ya te he hablado alguna vez del grupo de WhatsApp que tengo con mis amigos de siempre. Ahí discutimos de lo divino y lo humano, de galgos y podencos, de churras y merinas, de lo bueno y de lo malo, de política y de los políticos, de hombres y mujeres, de coches y motos y hasta del punto de sal que debe tener un buen guiso.

Pero sobre todo y por encima de todo, hablamos de fútbol … es decir, de lo divino y lo humano, de galgos y podencos, etc. etc. etc. Yo suelo usarlo mucho de termómetro para medir lo intenso, apasionado, apagado o débil que ha sido un partido. En los partidos de nuestro Madrid suele ser Pedro el que marca el camino; si su disertación se centra en cuál debe ser la posición ideal para Marcelo, en obtener superioridad en las bandas, en la salida de la presión o en si Asensio será titular contra el Liverpool … entonces lo puedes tener claro: el partido ha sido tranquilo y sin sobresaltos dignos de mención. Sin lugar a dudas él titularía que ha sido …
Un día tranquilo en la oficina
Y a ciencia cierta que llevaría razón, a lo que yo le añadiría un «ya era hora». A ello ha ayudado el excelente primer tiempo que nos hemos marcado, con apoyos constantes en la salida del balón, tocándola al primer toque para salir de la presión del Eibar, ganando superioridad numérica en las bandas, buscando un tres para dos e incluso un cuatro para tres y de ahí bascular el balón al centro para que Modric lo trasladara hasta la otra banda.
Nota del autor: esto no es de mi cosecha, no vayas a creer ahora que de repente ya sé de fútbol (bastante tengo con entenderlo un poco) … todavía no ha amanecido ese día, puedes estar tranquilo. El nombre del autor está dos párrafos más arriba. Ya sabes, al César lo que es del César.

Pero volvamos a la frase que proporciona título a esta humilde crónica. No sé si a ti te pasará lo mismo pero, qué quieres que te diga, ya tenía ganas de disfrutar un partido de los nuestros sin estar resoplando constantemente y sin parar de moverme de un lado para otro del sofá mientras soltaba sapos y culebras por la boca.
Hoy todo ha salido tal y como lo había diseñado el bueno de Zizou: ha dado minutos a los menos habituales y con ello ha conseguido no solo tenerlos listos por si fuera necesario su concurso ante lo que se nos viene encima (Liverpool y Barça) sino también dar descanso a los titulares precisamente por el mismo motivo ya comentado.

Hemos visto que las prestaciones de Militao suben cuando no se complica la vida, que Nacho es un ejemplo de compromiso y seriedad con el equipo, que Marcelo (este Marcelo, no el de hace unos años) necesita de alguien que le cubra las espaldas mientras él se dedica a mirar de medio campo hacia adelante, que Vini debería estar obligado por contrato a encarar siempre al defensa y que Marco Asensio parece que ha vuelto … otra vez, a ver si ésta es la definitiva.
No quiero despedirme sin dejarte mi opinión sobre el «tema» Sergio Ramos, sus minutillos con la selección y su lesión: puestos a elegir a un capitán que mira por el equipo antes que por sí mismo, prefiero quedarme con Felipe Reyes. Y hasta aquí mi opinión al respecto, ya sabes aquello de que a buen entendedor …
En fin, que llegamos al tramo más importante de la temporada en el que vamos a saber si tendremos la oportunidad de salir por la puerta grande o si acabaremos en la enfermería. El primer envite, el martes a las 21:00 horas en casa contra el Liverpool, partido de ida a los cuartos de final de la Champions. Ya sabes que un Miura es un Miura por mucho que ahora mismo haya otras ganaderías más pujantes. Por aquí te lo contaré, espero tu visita. Nos leemos.

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