
La edad es sólo un número, algo para poner en los registros. El hombre no puede retirar su experiencia, debe usarla. Con la experiencia se logra más con menos energía.
Bernard M. Baruch (1870-1965) Financiero y asesor presidencial
Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido a este rinconcito de madridismo. Lo primero: ya estamos en la final de Copa … en otra más. No voy a volver a decirte que este equipo siempre da la cara cuando toca. Tampoco que Pablo Laso está por derecho propio (y, claro está, por trabajo, por muuuucho trabajo) en el olimpo madridista, pase lo que pase mañana.
Hoy la radio habló de aquellos tiempos
en que el rock nació en la juventud
con fuego intenso.
Fue como un repaso por la historia
de las viejas estrellas
de los sesenta.

Pero sí te voy a decir una cosa: Pablo tiene también muuuuucha suerte. Porque cuando las cosas se ponen feas, cuando la cuesta arriba tiene una pendiente de más del 40% … sabe a quién tiene que recurrir. Y es que aplica aquello de que los viejos rockeros …
Nunca mueren
Cuando a mediados del segundo cuarto nos pusimos 18 puntos abajo, Laso miró a Llull, a Rudy y a Carrol y no hizo falta que les dijera nada más. Los viejos rockeros, los grandes artífices junto con D. Felipe Reyes Cabanas de este Real Madrid, dijeron «hasta aquí hemos llegado«.

Hoy al escuchar los viejos temas
me encontré con veinte años más
de carretera.
Un largo camino que me enseña
que los viejos rockeros
nunca mueren,
que los viejos rockeros
nunca mueren.
A pesar de que le debe doler todo el cuerpo, su cara de sufrimiento constante lo dice todo, Rudy sigue demostrando dos cosas: que no hay en Europa nadie que entienda mejor que él cómo se debe defender y que sigue teniendo la ascendencia suficiente para arrastrar con su entusiasmo defensivo al resto del equipo.
Y por los barrios de esta ciudad
se siente que el rock está aquí
buscando formas para subsistir
los músicos van inventándose
el porvenir.

El nivel defensivo ya estaba donde tenía que estar pero, lógicamente, el marcador pedía y obligaba a hacer algo más; y ahí fue cuando entraron en juego Sergio y Jaycee. Una entrada a canasta por aquí, un triple por allá, un contrataque magistralmente finalizado y una bombita marca de la casa.
Los viejos rockeros buscaron otra verdad
se burlaron de la tradición
guitarra y vaqueros sembraron la libertad
nos dieron la música como una nueva forma
de luchar.
Primero se minimizaron pérdidas dejando la desventaja en 6 al llegar al descanso. Y luego culminamos la remontada al final del tercer cuarto … mando que ya no dejamos hasta el final del partido. Mención aparte merece el extraordinario partido que se han marcado, otra vez más, Deck y Caseur. El trabajo había finalizado.

Hoy la radio hablo de aquellos tiempos
en que el rock le dio a la juventud un sino nuevo
y siento que la historia se repite
pues los viejos rockeros nunca mueren
pues los viejos rockeros nunca mueren.
Y una lección que no debemos olvidar: nunca subestimes el poder de la experiencia, del saber estar, del no bajar los brazos y de luchar hasta el final. Esto y no otra cosa es nuestro equipo de ba-lon-ces-to. Y mi opinión no va a cambiar sea cual sea el resultado de la final mañana … la octava consecutiva, no lo olvides.
La final será contra el Barça a las 18:30 horas. Yo que tú no me lo perdería, avisado quedas. Nos leemos.
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