Goles de Luis Suárez (2) y Varane (pp)
Debemos aceptar la decepción finita, pero nunca perder la infinita esperanza. Martin Luther King (1929-1968)
Hola qué tal, cómo estás. Bienvenido a este rinconcito de madridismo. Contrariamente a lo que hubiera sido lo normal en días como el de hoy, tengo que decirte que no estoy cabreado, ni siquiera un poco enfadado. Triste sí … y mucho. Por la derrota y por ver que este equipo es la viva imagen de la
Impotencia
Comencemos por lo obvio: no le hacemos un gol al arco iris. Así es y así hay que decirlo y así hay que reconocerlo. Pretender sacar goles (hablo lógicamente de muchos goles) de los lomos de Benzema, Vinicius, Mariano, Asensio, Bale o Lucas Vázquez … es pedir peras al olmo, es pretender sacar de dónde no hay. Tiempo habrá a final de temporada de analizar todo, incluyendo la confección de la plantilla, pero lo que está claro es que no tenemos un goleador … y el Barça sí lo tiene. Véase el segundo gol y cómo Suárez se ha metido en la portería llevándose por delante a Varane, Sergio Ramos, Keylor y el balón. Eso es un goleador, eso es alguien que tiene el gol entre ceja y ceja. Antes lo teníamos y ahora no. Fin de la cita.

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Lo segundo es constatar que tenemos una mandíbula no ya de cristal, sino que incluso diría que de mantequilla derretida. Durante la segunda parte, como he tenido tiempo para todo menos para disfrutar del partido, recordaba aquellas películas en las que para tumbar al bueno había que, literalmente, matarle … y a veces ni por esas. Recordaba al Bruce Willis de «La Jungla de Cristal» o al Stallone de Rocky … recibían hasta en el carnet de identidad … y no había forma de que se vinieran abajo, de que cayeran derrotados. Hubo un tiempo, te lo aseguro, en el que nosotros también éramos así … pues nada, ha bastado un gol, un solo gol, un único golpecito en la mejilla, para que nos viniésemos abajo cual castillo de naipes.
Lo siguiente que hay que hacer, porque es humano hacerlo, es buscar culpables, personalizar nuestra frustración en alguien concreto en la seguridad de que así nos sentiremos mejor. Y entonces te pones manos a la obra, revisas y analizas uno por uno a los jugadores y te salen cosas como que Keylor podía haber hecho algo más en el primer gol, que Carvajal no ha sido el puñal que acostumbra, que Varane transmite dudas, que Sergio Ramos no puede estar en todo y que Reguilón algunas veces, cada vez menos, puede pecar de inexperiencia. Puedes pensar que a Modric poco a poco le van fallando las fuerzas, que hay veces que Kroos podría arriesgar algo más en los pases o que a Casemiro le faltan mangueras y le sobran fuegos. O también puedes decir que a Benzema le guste más asistir que percutir, que Bale no está para fiestas, que a Asensio lo han secuestrado y que en su lugar han puesto a un mono con dos pistolas o que Vinicius tiene la velocidad del rayo, el regate de Espiri González y, en su debe, una definición ante la portería contraria solo comparable al arte con el que mi padre utiliza el teléfono móvil. Con eso y con todo, es el único que no ha parado de intentarlo una vez tras otra. Esto último queda en el haber.

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Incluso puedes pensar que a Solari quizá le venga un poco grande el puesto; no te digo yo que no. Pero culpable, lo que se dice un culpable único e identificado, pues qué quieres que te diga, yo por lo menos no lo encuentro. Y es una lástima porque siempre viene bien tener un malo o un villano a mano, un Hans Gruber o un Norman Bates a quién echar la culpa de todo. Pero hoy, la verdad es que sinceramente creo que no hemos hecho ni mucho menos un mal partido o, por lo menos, en líneas generales no ha sido ni de lejos el peor partido de la temporada. Soy consciente de que decir esto después de haber palmado 0 – 3 en casa no sea muy heterodoxo … pero de verdad que es lo que pienso. El castigo, sinceramente, ha sido demasiado elevado para los merecimientos del equipo. Triste consuelo, es verdad, pero te lo digo tal y como lo siento.
No obstante, sí me gustaría dejar constancia aquí del único momento de enfado de verdad de toda la noche: ni uno solo de los jugadores ha tenido la deferencia de agradecernos el apoyo durante TODO el partido. Si alguno sí lo ha hecho vayan desde ya mis disculpas, pero yo lo único que les he visto hacer ha sido saludar y felicitar al contrario (que está muy bien) y salir corriendo para el vestuario (que está muy mal). Dicho queda.
Te dejo una reflexión final: quizá el problema no sea que estamos al final de un ciclo, una época que se acaba, que ha sido bonita mientras ha durado pero que, como todo, está llegando a su fin (posiblemente finalizó con la partida de Cristiano); quizá lo que está ocurriendo es que estamos al principio de un ciclo nuevo y, por tanto, tal vez lo único que nos haga falta sea un poco de paciencia, un mucho de serenidad y un montón de calma. Sí, llevas razón, necesitamos justo todo aquello de lo que normalmente adolecemos. Lo siento: ES LO QUE HAY.
La esperanza es como el sol, que arroja todas las sombras detrás de nosotros. Samuel Smiles (1812-1904) Escritor y reformista escocés.
En fin, el sábado nos veremos las caras nuevamente con el Barça en el Bernabéu … esta vez en Liga. Sabes que la esperanza es lo último que se pierde y con eso debemos quedarnos. Ya te contaré.
What if I say I’m not like the others?
What if I say I’m not just another one of your plays?
You’re the pretender
What if I say I will never surrender?
What if I say I’m not like the others?
What if I say I’m not just another one of your plays?
You’re the pretender
What if I say that I’ll never surrender?
(Foo Fighters, The Pretender)
Categorías:Fútbol
Fueron mejores y hay que reconocerlo…
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Fueron más efectivos … que no es lo mismo. En todo caso, lógicamente, enhorabuena al ganador.
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