Alex es otro de esos tipos que siempre cae de pié y siempre bien. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que le he visto enfadado … y me sobran los cinco; con eso te digo todo. También fue de los primeros en apuntarse a esta fiesta y lógicamente se lo agradezco en el alma.

Estos son sus recuerdos:

Un día para no olvidar nunca. Un lugar idílico, un ambiente humano con gente única acompañada de energía única: Nelson Mandela. 

Un inicio inolvidable, todavía viajamos atrás bailando al waka waka. 

Luego llegó el partido, digno de ser recordado toda la historia. Me viene a la cabeza una frase de uno de mis directores favoritos, Woody Allen: «En un partido hay momentos en que la pelota golpea el borde de la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacia adelante o caer hacia atrás. Con un poco de suerte sigue adelante y ganas … o no lo hace y pierdes». Eso sintió España cuando Casillas salvó dos mano a mano a Robben con el 0 – 0 en el marcador. Finalmente … la pelota siguió hacia adelante. 

España cambió la historia y nosotros tuvimos la suerte de vivirlo y disfrutarlo.