
O’Reilly y Haaland (p) para el City
Una cosa es continuar la historia y otra repetirla. Jacinto Benavente (1866-1954) Dramaturgo español.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Pues nada, derrota contra el City que aún nos permite estar en el top 8 de la clasificación en la Liguilla de la Champions pero que nos obliga a ganar los dos últimos partidos de esta fase si queremos mantener esta posición privilegiada. Ergo, como siempre, el problema no está en cómo estamos ahora mismo sino en los nubarrones que se ciernen sobre nosotros.

Contrariamente a lo que parece ser la opinión popular entre el madridismo, siento decirte que no acabé contento ayer. Sí, ya lo sé, que igual me he convertido en la reencarnación del tío vinagre, vete tú a saber; pero, sinceramente, a mí eso de la mejor actitud, las ganas y la lucha llegados a estas alturas me sabe a poco … ítem más, no me sabe ya a casi nada.
Venga, vamos al lío a ver si consigo explicarme.
Jugar al fútbol
Porque se trata de esto ¿no? Es decir, de tener una idea de juego (no soy tan necio como para pensar que sólo hay una forma pura e inmaculada de afrontar los partidos) y de intentar ejecutarla con un sentido y una razón de ser. Como suele decir mi amigo Antonio: se trata de ir pasándose el balón hasta llegar a la portería rival, y a ser posible intentando que el receptor del pase sea tu propio compañero, es decir, el que viste igual que tú.
Llevo desde que acabó el partido oyendo y leyendo que hay que aplaudir al equipo porque ha salido enchufado desde el minuto uno y porque ha peleado sin desánimo contra un grandísimo equipo. Vamos, que hoy al menos han puesto actitud. Pues mira, va a ser que no. La actitud, como el valor en la guerra, ya debe venir de serie. Y debe sacarse a relucir siempre, no sólo el día que a los señoritos les interese.
Esto es como ir a comprarse un coche y salir contento del concesionario porque por lo menos arranca o comprar una bolsa de naranjas en el supermercado y congratularse de que no estén caducadas. Si tenemos que festejar que el equipo pelee, luche y que dispute cada balón como si fuera el último por el simple motivo de que hay otros días que no lo hacen, está claro que algo no está funcionando como debe.

Para entender mi posición es necesario también tener en cuenta que no es lo mismo ponerse a comentar u opinar sobre un partido cuando vienes de una racha negativa que cuando vienes de una positiva. Esto también influye en el ánimo y, por tanto, en la opinión que podamos tener. Y la racha que llevamos ahora mismo es cojonuda.
Dicho de otra forma: podría colar como positivo un análisis individual y aislado del partido de hoy, costaría, y mucho, pero te lo compro. Ahora bien, el problema radica en que estamos ya en Navidad, que llevamos unos cuantos meses y bastantes partidos a la espalda y que, vuelvo al modo vinagre, no veo mejora alguna a nivel general mas allá de momentos puntuales como por ejemplo algunos minutos del partido en San Mamés.
Vamos, en resumen, que seguimos sin jugar una mierda y que así no vamos a ninguna parte. Como ya te he dicho en varias ocasiones no se trata sólo de ganar o perder, que también, se trata del cómo ganas o pierdes. En fin, que hoy no tengo más ganas envenenarme la sangre. Vamos por tanto …
Acabando
De verdad que siento ser tan pesimista y siento no compartir el entusiasmo general por el supuesto cambio de actitud del equipo. No me habría valido perder contra el mejor City de hace unos años, mucho menos me va a valer perder ahora contra un City bastante normalito. Autocomplacencia la justa.
Próxima parada el domingo a las 21:00 horas en Mendizorroza contra el Deportivo Alavés. Como supongo que una vez abierta la puerta de la actitud ya no se va a cerrar más (no te rías que estoy viendo), me sentaré en el sofá esperando ver a mi equipo jugar al fútbol. Ya sabes que la esperanza es lo último que se pierde. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.

Ah, se me olvidaba, ¡¡¡marcó Rodrygo!!!, que además no hizo mal partido, y todo casualmente el día que no estaba Mbappé (esto es un guiño a mi sufrido compañero de grada … igual algo de razón llevas, Jesús). Dejo para otro día ahondar en este tema, comentar lo injusto de los pocos minutos de los que disfruta Endrick y hablar de las cada vez más habituales idas de olla de Rüdiger.
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