
Diakhaby y H. Duro para el Valencia.
Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Pues creo que la frase de hoy lo resume todo. Aunque, eso sí, a los nuestros hay que reconocerles el empeño que ponen en que cada partido juguemos peor que en el anterior y en conseguir que a los cinco minutos ya estemos echando de menos el último, pensando aquello de que igual el otro día no jugamos tan mal.

Esto tiene que ser un récord mundial o algo, a mi no me engañan. Porque lo normal al afrontar una temporada en un equipo de este nivel es empezar más o menos bien y luego ir para arriba. Se trata de que, con los lógicos altibajos que en un momento dado se puedan tener, procurar avanzar y estar cada vez un poquito mejor.
Pero no, eso sería lo fácil … y ya sabes que aquí lo fácil nos gusta lo mismo que a Ancelotti poner a un canterano. En fin, vamos al lío a ver si podemos sacar algo en claro hoy.
La vida sigue igual
Poco te puedo decir del partido porque la verdad es que ha sido más de lo mismo que llevamos sufriendo estos días. Lo único a destacar es que al ya habitual juego leeeeeeeeentoooooo, sin ritmo, sin intensidad, sin saber a qué jugamos, haciendo cada uno la guerra por su cuenta y con balones en largo a ver si suena la flauta; hoy le hemos añadido la falta de concentración.
Era el único mal que nos quedaba por incorporar a este museo de los horrores. Porque los dos goles del Valencia sólo se pueden entender aplicando esa falta de concentración defensiva. Lo siento en el alma por el bueno de Fran González, pero algo muy malo tiene que haber hecho en la vida para que el día de su debut el entrenador le ponga esa defensa y pretenda que se vaya para casa sin encajar un gol.

Nadie en su sano juicio puede decir que no se venía venir. Más allá de disquisiciones arbitrales con las que nos solemos entretener, la mayoría de las veces con razón, las cosas como son, y más allá también de remontadas épicas y de noventa minutti en el Bernabéu son molto longo; lo real y tangible es que no jugamos una mierda y, como lógica consecuencia, tarde o temprano llega la derrota.
Y otro mérito que tenemos que sumar a los nuestros hoy: no vas y palmas contra el Lega, noooo, vas y pierdes contra la legión más grande de antimadridistas que habitan el planeta fútbol. Hasta en eso somos la leche … y no me refiero a la que se derrama cuando se rompe el cántaro. En fin, ya sabes: es lo que hay.
¿Se acabó?
Uno quiere ser optimista, te juro de verdad que lo intento, y pensar que en cualquier momento puede producirse un click que haga que el equipo se venga arriba y que aquello que propone Ancelotti, sea lo que fuere que pretenda con esta forma de jugar, de repente funcione. Pero, claro, es muy difícil seguir creyendo cuando es el equipo el que hace mucho tiempo que dejó de creer, sobre todo en el entrenador.

Es muy difícil porque miras a tu alrededor y ves que cualquier rival a los que te enfrentas, sea más grande o más pequeño, hace las cosas con sentido, salta tu ¿presión? con la misma facilidad con la que cambias de canal, vuelca la mayor parte de su caudal ofensivo por nuestra banda derecha (por qué lo harán, qué misterio, ¿verdad?) y te pone los güevos de corbata cada vez que pasan del medio campo.
Contra eso lo único que ofrecemos es la inspiración individual; que sí, que está bien, que para eso los fichamos, pero se necesita algo más, con esto sólo no basta. Unos días es Mbappé contra el Lega, otro es Vini Jr. contra la Real, o Brahim contra el Atleti y así vamos tirando … hasta que dejamos de tirar. No te confundas: no reniego de la calidad individual, sólo digo que debe estar supeditada al equipo y que cuanto mejor juguemos como conjunto más y de forma más efectiva esa calidad podrá ser diferencial de verdad.
Acabando
Lo peor con todo no es lo que hemos sufrido hasta el momento, si no ver que lo que viene por delante puede ser aún peor. Porque, no nos engañemos, con esta derrota el Barça tiene más encarrilada, si cabe, la Liga (si no digo que la tiene ganada es por mi natural querencia a la ilusión y al ánimo). Con el subidón de moral que además esto le puede dar cara a la final de Copa.

Y sigamos sin engañarnos: el Arsenal no es el Lega, no es la Real, ni es el Espanyol y mucho menos el Valencia … juega mucho mejor que todos ellos y es el segundo clasificado de una competición tan dura como la Premier. Que sí, que ya lo sé, que la Champions es la Champions, y que la vuelta es en casa, y que los nuestros se transforman en esta competición, y que dónde está ese optimismo del que tanto hago gala.
Pues mira, déjame que te diga una cosa: ese optimismo también necesita que el equipo lo alimente de vez en cuando, que de vez en cuando hagan como que les importa jugar bien al fútbol, y que de vez en cuando parezcamos un equipo, no la suma de muchas individualidades. Poca esperanza de que eso ocurra ya, de verdad te lo digo.
Me ayudaría también que el míster pusiera a jugar de central a un central, de lateral derecho a cualquiera que supiera defender siquiera un poquito y jugara un poquito al fútbol, y también, si no fuera mucho pedir, que poblara algo más la sala de máquinas … pero tengo la misma esperanza de que esto ocurra como de que sea yo el único acertante del euromillones.
En fin, supongo que mañana se me habrá pasado la mala leche y que el martes me sentaré ante el televisor esperando lo mejor de los nuestros y deseando que por fin no sea el equipo rival el único que juegue al fútbol. Sea como fuere, como siempre, por aquí te lo contaré. Nos leemos. Confía … no queda otra.

Aquí el resumen del partido.
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