La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén. Rudyard Kipling (1865-1936) Novelista británico.

Pero qué bien sientan victorias como esta. David Véguez (1968 – ). Juntaletras español.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este minúsculo rincón de madridismo. Pues la verdad es que, como te decía antes, sientan muy bien estas victorias, para qué te voy a mentir. No sólo por el fondo, que también; ni por la forma, que por supuesto que también; ni por el rival, que también, también; ni por el entrenador del rival, ya te digo yo que también.

Pero sobre todo me sientan fenomenalmente porque, por una vez y esperando que sirva de precedente, no hemos tenido que recurrir a la heroica y tampoco hemos tenido que tocar las trompetas celestiales para invocar a todos los Dioses del Olimpo. No ha sido necesario realizar ningún exorcismo ni tampoco recurrir a la épica.

Por una vez y deseando, insisto, que esto esto se convierta en costumbre, hoy no ha sido necesaria …

La remontada

No ha sido necesario remar contra corriente ni meter un gol salvador en el último suspiro mientras los marcapasos llegaban a su límite de operatividad. Todo ha sido paz, tranquilidad y buen rollo. ES que no sabes el gustirrinín que da llegar al descanso con los deberes hecho. Sin lugar a dudas, es Gloria bendita.

Ese descanso en el que te metes entre pecho y espalda un señor bocata de jamón ibérico de cebo mientras lees tranquilamente en whatsapp como el antimadridismo militante intenta poner a caer de un burro al City, no como expresión y opinión sobre lo que están viendo, si no como vía para desmerecer el triunfo de los nuestros … esto también da mucho gusto, en verdad te lo digo.

Da también mucho gusto ver como la afición rival ha cubierto sólo la mitad de las localidades que tenían a su disposición, sobre todo si lo comparas con la de guantazos y mamporros varios que habría habido entre los madridistas para acudir al Etihad si nos hubiésemos encontrado en la posición contraria. Pero ya sabes, las aficiones güenas son siempre las otras.

Incluso en un alarde de superioridad, en un intento de sacar de paseo a mi arrogancia, a punto he estado de irme antes de que acabara del partido. Ahí, desdeñando los últimos minutos de un partido de Champions porque ya teníamos los deberes hechos. Pero, bueno, al final he aguantado hasta que el colegiado ha mandado a los equipos al vestuario. Uno todavía tiene un poquito de sentido común y vergüenza torera … tampoco mucho, no te creas.

Así que, nada, estimados jugadores del Real Madrid club de fútbol: este el camino. A ver si tenemos más partidos así de tranquilos. Los gremios de cardiólogos, neurólogos, podólogos, cristaleros y de vecinos con ganas de dormir, os lo agradecerán eternamente. De nada.

El partido

Supongo que te preguntarás qué es lo que ha pasado para que la cosa haya sido tan placentera (pregunta retórica, ya sé que lo sabes perfectamente, pillín, que no te has perdido ni un minuto del partido). Pues lo que ha pasado es que los nuestros han dominado de principio a fin, de arriba abajo, de izquierda a derecha y de cabo a rabo.

Hemos tenido un control total del partido, incluso con momentos muy brillantes en los que los desmarques en apoyo del compañero, los toques de primeras y la búsqueda constante del compañero mejor situado han sido nuestro leitmotiv y la razón principal de que el City sólo nos haya asustado un poquito con el gol en el último minuto y el partido ya agonizando.

Es ese mismo control el que se convertía en estampida en cuanto Jude, Rodrygo, Vini o Mbappé olían algo de sangre. Sí, ya lo sé, podían haber olido la sangre esa un poco más y habernos ido para casa con una saca de goles a favor. Pero reconozcamos de una vez que los nuestros no son muy de hacer sangre. La huelen un poquito, resuelven al partido y a otra cosa.

Y es que las goleadas están sobrevaloradas. No hay que humillar al contrario, ni hacerle pagar ninguna deuda histórica. No hay ninguna necesidad para ello. No cuesta nada dejarle marcar un gol al final para que la afición rival pueda celebrar algo, aunque sea un poquito. (Nota del autor: léase este párrafo con la boca lo más pequeña posible, gracias)

Hay que destacar el partido de Kylian, por supuesto. Este es el motivo por el que se le fichó. Y él está respondiendo. Que siga la racha. Pero también hay que destacar a tres jugadores más que a mi modesto y nada imparcial entender han sido las piezas clave para el excelente juego del equipo hoy: Dani Ceballos, Aurélien Tchouaméni (cómo le gusta jugar en su posición) y Fede Valverde (al que no le gustará jugar de lateral derecho pero que, hoy por hoy, es el mejor elemento que tenemos para esa posición).

El despliegue físico, táctico y técnico que han realizado ha sido de un nivel tan alto que han arrastrado al resto de los compañeros, hasta el punto de que podría decir sin temor a equivocarme que el de hoy ha sido el mejor partido del equipo en lo que llevamos de temporada. Todo, o casi todo, llega en esta vida, ya sabes.

Quiero destacar por último a Asencio porque cada día que pasa está mejor, más centrado, más contundente, más rápido y con más confianza. Hasta el punto de que también se ha atrevido con desplazamientos en largo preciosos y precisos. Uno de ellos ha servido para que Mbappé hiciera el primer gol. Por momentos me recuerda a Nacho Fernández y en otros al mismísimo Sergio Ramos. Defensa de garantías que ya ha dejado de ser una promesa para ser una bendita realidad.

Acabando

En fin, que estamos de nuevo en octavos de la Champions por merecimientos propios. Ahora a esperar el sorteo del próximo viernes a las 12:00 horas. Nos pueden tocar el Atleti o el Leverkusen de Xabi Alonso. Y lo haremos sin Jude Bellingham en partido de ida porque hoy ha visto amarilla y ha completado ciclo.

De verdad te digo que no tengo preferencias. Decía Mbappé a la prensa que siendo los dos rivales muy difíciles, prefería el Atleti para no tener que viajar. Por la misma razón, pero en sentido contrario, me gustaría que nos tocara el Bayer y poder así visitar el BayArena. En fin, que Dios reparta suerte y caliente las bolas de la forma más adecuada posible.

Eso sí … tengo una mala noticia. El domingo vuelve LaLiga, con sus camisitas, sus canesús, su atracos a mano armada, sus clases de inglés avanzado y sus manipuladores profesionales. Será en casa contra el Girona a las 16:15 horas. Por aquí te lo contaré (si la mala leche me lo permite). Nos leemos.

Aquí te dejo el resumen del partido.