Fútbol

Champions League 2024-25 – Fase Liga – Play-Offs – Ida – Manchester City – Etihad Stadium

Goles de Mbappé, Brahim y Bellingham
Haaland (2) para el City

Quizás el sufrimiento y el amor tienen una capacidad de redención que los hombres han olvidado o, al menos, descuidado. Martin Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Me gusta el fútbol. Mucho. Más que (casi) cualquier otra cosa. Y unas veces como consecuencia de esto y otras a pesar de ello, soy del Real Madrid. Recuerdo escuchar a mi padre decirme cuando era más joven que esta pasión desmedida se me pasaría con la edad.

Y me lo decía y me lo sigue diciendo él, que a sus 83 y años a punto de cumplir todavía bebe los vientos por Iribar y Eusébio. El mismo que quería salir corriendo para subirse a la Gabarra cuando el Athletic ganó la Copa del Rey. Pues ya ves, papá, 57 años también a punto de cumplir y esto, lejos de mejorar, parece que va a peor.

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Y va a peor sobre todo por partidos como el de hoy. Y no por la victoria en sí, que también; ni por haber ganado por primera vez en el Etihad, que también; ni por haber encarrilado la eliminatoria, que también; ni porque Brahim me dé la razón cuando pido que sea titular, que también; ni porque Asencio haya hecho un partidazo, que también.

Ha sido por algo más personal que tiene que ver con los …

Días de mierda

O mierda de días, que tanto monta, ya sabes. Son días en los que maldices que el despertador haya sonado, en los que se te cae la taza al suelo al sacarla del microondas, en los que te quemas los dedos al sacar el pan de la tostadora y te golpeas el dedo gordo de tu desnudo pie derecho contra la pata de la mesa del escritorio cuando llegas para sentarte.

Son días en los que a pesar de todo, intentas poner buena cara, agradeces que el despertador cumpla su función quedándote 5 minutos más en la cama, coges otra taza y repites el ritual de la leche y el microondas. Te mojas los dedos con agua fría y te pones unas zapatillas para evitar más daños al resto de los dedos. No hay dolor, vamos a por ello. Y te pones a currar.

Pero, aaaamigo, no todo es felicidad en casa del optimista. Porque por muy buen talante que gastes, por mucho que intentes explicar y razonar tus opiniones, por mucho que pienses «venga, tranquilo, que es sólo trabajo», por mucho que intentes separar, porque es correcto hacerlo, lo personal de lo profesional … siempre hay alguien que termina tocándote los güevos.

Y te los toca bien tocaos, claro. Porque hacer daño, desgraciadamente, es muy fácil, hasta el punto de que a veces se hace más daño con un par de frases que con un par de guantazos. Y te joden el día. Mucho, además. Muchísimo. Y a duras penas consigues terminar tu jornada, y a duras penas consigues apagar el ordenador, a duras penas le das un abrazo de 3 minutos a tu soporte vital (gracias, cariño) y a duras penas consigues ponerte a hacer la cena.

Pero, oye, que te pones y la haces. Me refiero a la cena. Una sopita con el caldo de cocido que ha sobrado del mediodía, cortas un poco jamón, un poquito queso manchego bien curado, unas anchoas de L’Escala y unas empanadillas caseras de atún y tomate. Te abres una cerveza de las que guardas para las ocasiones especiales y te dispones a ver a tu Real Madrid, con la sana esperanza de que ellos se monten a caballo del abrazo anterior (gracias, cariño) y terminen por alegrarte el día.

Y entonces Ancelotti saca a Mendy de titular. No al Mendy de hace apenas un par de años, no, a ese no. Al Mendy actual. Y empiezas a torcer el morro. Y comienza al partido y, oye, pues parece que la cosa no está tan mal. Tchouaméni parece más centrado (ayuda que tenga que preocuparse menos de tapar también la banda derecha, tú ya me entiendes) y Asencio parece tocado por el espíritu de Rudiger y está manteniendo a raya a Haaland.

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Courtois bastante tranquilo. Fede currando por cinco, además de muy bien. Ceballos no toca mucha pelota, pero cuando la coge el equipo lo nota para bien. Y Camavinga a lo suyo que es mucho y muy bueno. Y los cuatro de arriba, hoooombre, ahora sí: presionan la salida del balón citicen, ayudan a sus compañeros y en cuanto tienen oportunidad salen en estampida hacia arriba con rapidez y calidad.

Y en esas que comienza el calvario y el mal fario. Primero un penalti claro que no se pida por fuera de juego previo, luego un gol cantado que falla Mendy (a ver, el hombre no se había visto en otra igual en su vida, es lo que hay), un disparo de Mbappé que neutraliza Ederson con un paradón, a continuación el gol del City que no es fuera de fuego por unos centímetros, unos minutos después un disparo de Vini al larguero y para finalizar la primera parte otro disparo de Fede que sale rozándolo.

La segunda parte sigue por los mismos derroteros, es decir, un remate de Mbappé con parada de Ederson y más oportunidades que se van yendo al limbo de los justos. Y claro, ya no puedes más. Cuando ya has probado mil y una formas de sentarte en el sofá, te levantas y te vas hacia la tele. Y les gritas, claro, porque aunque tú no te lo creas, ellos te oyen. No tengas ninguna duda.

«Pero cómo fallas eso» es de las frases más usadas. También muchos «me cago en mi vida» y algún envío con billete sólo de ida a un país con las calles muy sucias (más incluso que alguna de Madrid capital). Y piensas que para qué habrás cenado antes de que acabara el partido, que ahora se te está revolviendo el estómago, y ya tienes una edad, y ya verás la nochecita toledana que vas a pasar.

Y entonces, sucede. Y cae el gol de nuestra parte. Pero no un gol cualquiera. Eso es de pringaos. ¿Quién quiere marcar un golazo por la escuadra desde fuera del área pudiendo marcarlo con un remate con la espinilla taaaaaan malo que es capaz de despistar hasta al propio portero rival?

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Pero, claro, como te he dicho antes la felicidad no es completa … y aunque las oportunidades siguen llegando … lo que no llega es el segundo gol nuestro. Y en eso que el cenizo de mi amigo Marcos suelta su típica frase sobre que el que perdona al lobo termina sacrificando a las ovejas (yo tampoco entiendo que tiene que ver con lo que estaba pasando, pero a ver quién le dice nada) y pun: penalti de Ceballos (penalti claro, que de momento a Europa no llegan los tentáculos del negreirismo) y gol del City. Sí, es verdad, el mamón suelta unas frases ininteligibles pero que luego terminan cumpliéndose. Qué rabia de tío, la leche.

Y entonces el bueno de Ancelotti se acuerda de que tiene a gente en el banquillo, y los saca. Primero a Modric, cuatro minutos después a Brahim y seis después a Fran García. Que tampoco es cuestión de volverse loco. Las cosas hay que hacerlas poco a poco y con cabeza. Que no es cuestión de volverse loco, porque el dos a uno tampoco es que sea un mal resultado. Otro que termina llevando razón, la leche que le han dado. Mucha rabia de tío también, las cosas como son.

Y ocurre lo que tiene que ocurrir en estos casos … un gol de Brahim para empatar y de otro de Jude para rematar la victoria. Y te pones a gritarle de nuevo a la televisión. Y aunque las palabras que salen de tu boca siguen siendo bastante gruesas, pues ya no significan lo mismo que antes. Yo los llamo insultos cariñosos. Si es que en el fondo soy un sentimental, ya me conoces.

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Y llega el final del partido y con él la liberación final a un día de mierda, a una mierda de día, a un día que por suerte no recordaré por la tocada de güevos del principio, si no por la alegría y la redención del final. Y por cosas como esta es por la que el fútbol y mi club son y serán (casi) lo que más me gusta. Gracias Real Madrid por hacerme pasar estos ratos, aunque siga estando harto de tanta remontada porque siga prefiriendo ir ganando siete a cero al descanso (sí, a veces yo también me engaño, es parte del juego, ya sabes).

La vuelta el miércoles 19 a las 21:00 horas en casita. Recuerda dos cosas fundamentales: si alguien te dice que esto ya está hecho, ponle en la lista de los que no saben de fútbol y si te dice que el City es una perita en dulce, compadécele, porque seguramente bastante tenga ya con lo suyo. Entre medias, el sábado visitamos a Osasuna en Liga. Otro partido duro, ya verás, que sea como fuere, por aquí te contaré. Nos leemos.

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Aquí te dejo el resumen del partido.

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