La derrota tiene algo positivo: nunca es definitiva. En cambio, la victoria tiene algo negativo: jamás es definitiva. José Saramago (1922-2010) Escritor portugués.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño, triste y cabreado rincón de madridismo. Derrota en la final de la Supercopa ante un Barça que fue tremendamente superior durante todos y cada uno de los minutos del partido y que ni siquiera cuando se quedó con 10 vio amenazada su superioridad ni mucho menos su victoria.

No hay paliativos ni atenuantes que supongan un mínimo pero a la victoria culé, aunque sí que creo que podemos y debemos sacar varias conclusiones desde nuestro lado. A ver si consigo explicarme bien porque después de tantos días sin darle a la tecla estoy algo entumecido.

He dividido el tema en tres bloques. Vamos al lío con el primero.

El partido

Un horror, de principio a fin, de izquierda a derecha, de delante hacia atrás y de arriba a abajo. Sin salida de balón, sin construcción en el centro del campo y, con la excepción de Mbappé, bastante inoperantes arriba. Nada a lo que podamos llamar un equipo de fútbol. Nada a lo que agarrarte más allá de alguna arrancada del francés y las paradas de Courtois, que nos han librado de una derrota aún más abultada.

Optó Carletto por una de sus especialidades: simplificar el juego. Balón que se recupera, balón que se lanza arriba sin más dilación a ver si alguno de los cuatro jinetes del apocalipsis lo agarra y desata la destrucción en las líneas rivales. Que no digo yo que como sistema no pueda funcionar la mayoría de las veces, pero que ya se demostró en el partido de Liga que no vale contra este Barça.

Y gracias al Altísimo que los culés se quedaron con uno menos al principio de la segunda parte, porque de no haber sido así, creo que no voy muy descaminado si te digo que aquello habría acabado para los nuestros como el rosario de la Aurora.

Y es que hay una diferencia fundamental entre el Barça de los últimos años y nuestro equipo: si nos pueden meter 10, lo van a intentar porque cuando huelen debilidad en el contrario van a cuchillo a por nosotros. En cambio si hubiesen sido los nuestros los que hubieran llegado al descanso con el 4-1 a favor, no tengo ninguna duda de que habríamos contemporizado y nos habríamos conformado con el resultado.

De la poca fe que tuvimos en la remontada habla el hecho de que ni aún jugando contra 10 pusimos en serios apuros a la defensa blaugrana, más allá de alguna arranca de Mbappé y de algún que otro centro al área que tenían más peligro por lo que se le presuponía que por la propia ejecución del mismo.

Hablemos ahora de ellos, de los …

Jugadores

Es fácil poner el foco en Tchouaméni, Lucas Vázquez o Mendy. Es fácil, primero porque así te evitas señalar a otros con más caché (luego volveré sobre este tema) y segundo porque sabes que no son de los que se revuelven cuando les pinchas. Dicho lo cual, sea cual sea la intensidad del foco, lo que está claro es que los tres han realizado un partido bastante lamentable y que nadie se puede llamar a engaño porque llevaban dando pistas de su rendimiento desde hace ya mucho tiempo.

No me escondo: he sido un defensor acérrimo de Tchouaméni. Me parece un muy buen jugador … en el centro del campo. Pero no es central. Que no quita para que en algunos partidos lo haga bien, la calidad la tiene, eso no lo pongo en duda, pero que es un hecho cierto que en la mayoría de las ocasiones acaba retratado. Unas veces sus fallos acaban felizmente en las manos de Courtois y otras, como hoy, en el fondo de la portería.

Tiene mala pinta la cosa, no te lo voy a negar, sobre todo teniendo en cuenta que encontramos un excelente central en Asencio al que incomprensiblemente Carlo quitó para poner al francés, en una de las decisiones más difíciles de explicar con las que el míster se haya encontrado en su carrera. Y es que es muy difícil intentar explicar lo inexplicable.

Y con Lucas Vázquez, pues casi tres cuartos de lo mismo. Ser un buen parche en determinados momentos y circunstancias no te convierte en una solución definitiva. Pero, claro, vete tú a decirle al entrenador que ponga a un chaval en proyección con ganas de comerse el mundo antes que a Lucas. Es más fácil pedirle dinero y que te suelte los billetes.

De Mendy sólo puedo decir que ha dejado de ser el defensa solvente que era. Su nulidad en ataque se compensaba porque era una roca en defensa. Pero si resulta que en defensa ya no mejora ni a Secretario, mal apaño tiene la cosa.

Dicho todo lo anterior, no estaría de más ponerlo también sobre otros … me refiero al foco ese del que te hablaba antes. Por ejemplo, el partido de Vini hoy ha sido posiblemente el peor que le recuerdo desde que llegó. Sólo ha ganado uno de los duelos que ha intentado nada más comenzar la segunda parte que terminó con un disparo de Rodrygo al palo. Quitando eso, su partido ha sido la nada más absoluta.

Del mejor jugador del mundo uno espera que sea diferencial siempre, pero sobre todo en este tipo de partidos y ante estos rivales. La prueba del 9 (guiño, guiño para mis amigos de whatsapp) es que Ancelotti ha terminado cambiándolo … él, que es incapaz de sacrificar a una vaca sagrada a no ser que vaya ganando 9-0 y sólo quede el añadido, cómo lo habrá visto para tener que quitarle.

Otro del que tampoco hemos visto nada ha sido Jude Bellingham, empeñado más en conducir la pelota (con nulo resultado) que en distribuirla (con peor resultado aún). Inoperante por la izquierda, por la derecha y por el centro. Nulo en el remate y, lo que es más inhabitual, también nulo en la propia concepción del juego. Partido para olvidar del inglés.

Nos queda la tercera pata del banco, que no es otra que …

El entrenador

Es el gran señalado de hoy, no tengo ninguna duda. Pero tampoco tengo dudas de que va a seguir con la misma ¿táctica? hasta final de temporada. Pase lo que pase y le pese a quién le pese. Y es que Ancelotti es así, para lo bueno y para lo mano, no engaña a nadie.

Más allá de los aspectos tácticos del funcionamiento de equipo, de la, aparentemente, poca preparación de los partidos y del, también aparentemente, nulo estudio del rival; los problemas que a mí más me chirrían son básicamente dos: la nula confianza que tiene en la mayoría de su plantilla y, derivado de esto, lo poco que hace por implicarles en la dinámica del equipo.

Y el caso es que cuando por necesidades de la producción (nunca por convicción propia) ha necesitado de los menos habituales, estos le han respondido. Cuando ha tenido más remedio que poner a un chaval a jugar contra el Liverpool en Anfield, ha respondido. Cuando también por obligación ha puesto a Brahim, ha respondido.

El caso de Arda Güler es altamente significativo. Condenado a jugar los minutos de la basura, estamos camino de perder a un grandísimo talento por los caprichos de un entrenador que es incapaz de encauzar el descomunal talento que atesora el turco para hacerle crecer y que sirva al equipo.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Pues bien, ya llevamos dos tropiezos contra el Barça esta temporada. ¿Se empeñará Carletto en tropezar una tercera? No me preguntes por qué, pero creo que tendremos una respuesta a esta pregunta muy pronto.

Acabando

Derrota dura, muy dura, durísima, me cago en mi vida. El quiera consolarse con aquello de que este torneo es el menos importante de los que jugamos esta temporada, que lo es, allá él. Hay una cosa que se llama corazoncito, y eso no se puede ver mancillado viendo como el Barça te mete 5 goles.

Y con lo que es peor: la sensación de inferioridad que hemos dado en todo momento y por lo ineficaz, estéril e inútil que ha sido nuestro partido de hoy. Se puede perder, eso no se discute, pero no así. Es imposible digerir esto ni aún poniéndole la mayor de las voluntades. En este momento puedo asegurar que me habría sentado mejor comerme un bocadillo de chapas aderezado con cemento y engrudo.

En fin, no le demos más vueltas. A apechugar y a tirar pa’lante. Y a aguantar el tirón mañana en el trabajo, claro, que también, por lo menos en mi caso, va a necesitar de una enorme dosis de paciencia y saber estar para no acabar engrosando las listas del paro.

La próxima parada será el jueves a las 21:30 horas. Llega al Celta al Bernabéu para el enfrentamiento de octavos de la Copa del Rey. Supongo que Ancelotti se hará un Toshack y terminará poniendo a los 11 cabrones de siempre. Esperemos que esta vez el resultado sea distinto. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.