
y Raphinha
La vida no se ha hecho para comprenderla, sino para vivirla. George Santayana (1863-1952) Filósofo y escritor español.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido a este pequeño rincón de madridismo. Se ha empeñado nuestro equipo en poner a prueba una y otra vez mi nula formación periodística, forzándome a estrujarme el cerebro para poder contarte de forma clara y ordenada lo que pasa por mi cabeza después de asistir a espectáculos más o menos penosos como el de ayer.

No te miento: después de partidos como este, durante la hora que más o menos tardo en volver a casa, se me pasan todo tipo de pensamientos por la mente. Alguno son incluso de muy difícil confesión y suelen pasar por cometer actos contra los nuestros que son, digamos, poco edificantes. Para alguien como yo que practica y defiende la palabra como forma de relacionarse con los demás, esto viene a ser lo más parecido a hacerse un Errejón.
Pero, en fin, como supongo que no quieres que venga a hablarte aquí y ahora de cabestros que practican una cosa en público y otra en privado (ojalá nunca llegue a tener ni a practicar esa dualidad), pues vamos al lío a ver si consigo ordenar mis ideas y contártelas de forma ordenada. Ya puedes ir dándole, Frank.
That’s life (that’s life)
That’s what all the people say
You’re riding high in April, shot down in May
But I know I’m gonna change that tune
When I’m back on top, back on top in June
Venga, a por ello. Lo he estructurado en tres puntos fundamentales …
Defender
I said that’s life (that’s life)
And as funny as it may seem
Some people get their kicks
Stomping on a dream
But I don’t let it, let it get me down
‘Cause this fine old world, it keeps spinnin’ around
No sabemos defender, y ya está, es lo que hay. Asumirlo debe ser lo primero y ponerse a corregirlo, lo segundo. Creo que ya te lo comenté después del partido contra el Dortmund, pero, por si acaso, insisto de nuevo. Hemos creado la «defensa por aproximación» que consiste, básicamente, en plantarte en el campo delante del rival a ver si con tu simple presencia acaba por rendirse y entregarte la pelota.
La aportación adicional de hoy ha consistido en mostrar al mundo que ya ni siquiera sabemos tirar una línea de fuera de juego. De una línea defensiva en la que cada uno va a su bola, es lo menos que se podía esperar. Y cuando digo que cada uno va a su bola me refiero a que Rüdiger está más preocupado de chocar con el delantero centro rival que de otra cosa.
A que Militao va como pollo sin cabeza a cualquier cruce sea o no necesario que lo haga, lo que le lleva a constantes pérdidas de posición y a dejar huecos que cualquier delantero avispado puede aprovechar. A que Lucas Vázquez le pone muchas ganas y poca calidad. Y a que Mendy es todo lo contrario que Militao … prefiere guardar la posición que saltar a un posible corte. Que digo yo que debería haber un término medio en estas cosas. no sé.

Y, ojo, que el tema defender no pasa sólo por los cuatro de atrás. Pasa por todo el equipo, comenzando por los de delante. Da un poco de cosica ver como los delanteros de todos los equipos contra los que jugamos, no únicamente los del Barça, presionan arriba y ver como los nuestros ven pasar el balón como el se poner a ver pasar el tren o ver rumiar a las vacas.
Hay aquí una clarísima negligencia tanto de los propios jugadores como, por encima de todos, del entrenador. Los primeros por ser los ejecutores y el segundo por no ser capaz de trabajarlo e inculcárselo adecuadamente. Y es que, aunque sea un ejemplo nimio, duele hasta ver lo fácil que los rivales sacan un simple fuera de banda y lo muchísimo que nos cuesta a nosotros.
Construir
I‘ve been a puppet, a pauper, a pirate, a poet
A pawn and a king
I’ve been up and down and over and out
And I know one thing
Each time I find myself
Flat on my face
I pick myself up and get
Back in the race
A ver si también consigo explicarme. Venimos de unos años en los que hemos tenido dos centrocampistas que hacían lo que querían con el partido. Siempre marcaban el ritmo, siempre sabían lo que había que hacer en cada momento. Y siempre ordenaban de forma adecuada a sus compañeros. Esto que es una bendición para cualquier entrenador, cuando ya no están se convierte en pesadilla.
Y es aquí donde se nota más que en ninguna otra parte la falta de entrenador, o dicho de otra forma, la falta de ideas y de entrenamiento de esas ideas. Ayer el plan de partido consistió básicamente en tener a Rüdiger y Militao lanzando balones arriba a ver qué pasaba. Sólo en algunas ocasiones optábamos por masticar un poco el juego, intentando mover un poquito la pelota hasta encontrar el hueco para lanzar a Vini o Mbappé … con el éxito que todos pudimos comprobar.
Otro aspecto en el que se notaba también esta falta de ideas, era en la salida del balón. Fede no podía con todo (aunque algunas veces también iba como pollo sin cabeza, supongo que en su caso por pura desesperación), Tchouaméni (hay, Aurélien, con lo que yo te defiendo y las pocas alegrías que me das) no acaba de dar el paso adelante que sí suele dar con Les Bleus y Camavinga se pierde entre un mar de piernas e intentos de regate en una baldosa que no le sirven ni para bailar un chotis.

Caso aparte es Bellingham, que últimamente se ha convertido de un claro ejemplo de que correr mucho no es correr mejor. A todo salta, a todos intenta presionar, y eso sí, a diferencia de otros, no hay balón que pase por su lado al que no intente llegar. Y eso tiene que ver primero con la mala gestión defensiva del equipo y segundo con su posición en el campo.
Coger jugador más creativo y ponerlo en la banda es como poner a Courtois de nueve: ni tienes delantero ni tienes portero. Pues eso es lo mismo que pasa con Jude. Al ver la alineación di por supuesto que ese lugar en la banda lo iba a ocupar Camavinga y que la posición de Bellingham sería la de media punta encargado de lanzar a nuestros delanteros. Pero no, debe ser que algo me perdí en los cursos de entrenador, esos a los que no he ido, claro.
Súmale a todo que Lunin no es Courtois, y no me refiero única y exclusivamente al trabajo bajo palos. Hablo también de la claridad de ideas y del toque de balón a la hora de intentar salir con el balón jugado desde el área. Perdí la cuenta de cuentos balones acabaron directamente en la banda o, lo que es peor, en los pies de algún rival.
Y de verdad te digo que tanto fallo de este tipo me extrañó porque me fijé en cómo calentó (sí, por una vez llegué con tiempo al estadio) y lo hacía todo con precisión. Incluso saques con la mano que acababan con la misma precisión más allá del medio del campo. Y después de la experiencia durante la lesión de Tibú tampoco creo que fuera cosa de los nervios. En fin, otro misterio más que añadir a la lista.
Y atacar
That’s life (that’s life)
I tell you, I can’t deny it
I thought of quitting, baby
But my heart just ain’t gonna buy it
And if I didn’t think it was worth one single try
I’d jump right on a big bird and then I’d fly
Si no construyes bien, tampoco no puedes atacar bien. Esto no es un misterio, es algo que cualquiera puede ver. Lo que de ninguna forma me podía esperar ver a Mbappé convertido en un paria cualquiera de la vida cayendo una vez, y otra, y otra más … y así hasta el infinito en numerosísimos fueras de juego.
Y esto es una prueba más de la falta de entrenador/entrenamiento/compromiso/ensayo que te vengo comentando. No hay nadie en el planeta fútbol que no sepa cómo juega el Barça. Estoy convencido de que los jugadores, Carletto y el resto del cuerpo técnico también lo saben. Y esto hace aún más incomprensible que una vez tras otra hayamos caído en la trampa del fuera de juego.

Fíjate que ni siquiera hablo de las oportunidades falladas. Esto forma parte de fútbol. Una veces metes goles hasta con el trasero y otras no eres capaz de llevar el balón al fondo de la red ni a puerta vacía. Esto no son más que rachas, que las ha habido, las hay y las seguirá habiendo toda la vida.
Pero no saber atacar correctamente a una defensa tan adelantada es negligencia pura y dura. Y esto va en el debe de todo el equipo, aunque, lógicamente, las miradas deben dirigirse sobre todo al banquillo porque para eso es el que manda y dispone.
La paradoja es que cuando el equipo rival se cierra atrás y pone la flota de autobuses delante de la portería, nos quejamos porque, a ver, es que no hay espacios. Y en cambio cuando esos espacios existen, resulta que no sabemos cómo atacarlos. Vamos, que no sabemos cómo atacar ni una cosa ni su contraria. Puedes esperar que el rival se lo haga encima como hizo el Dortmund el otro día y te deje vía libre para que hagas lo que quieras … pero eso no siempre pasa.
El partido
I’ve been a puppet, a pauper, a pirate, a poet
A pawn and a king
I’ve been up and down and over and out
And I know one thing
Each time I find myself layin’
Flat on my face
I just pick myself up and get
Back in the race
Con eso y con todo, hubo fases en la primera parte durante las más o menos se hicieron las cosas bien. Por momentos Bellingham abandonaba la banda e intentaba repartir juego. Momentos en los que Militao acertaba con el tempo en el que tenía que intentar adelantarse. Y ratos en los que Fede tenía suerte en la presión y se hacía con el balón, lo que provocaba que pudiésemos salir a la contra.
Pero ese buen quehacer se topaba una y otra vez con el linear levantando la bandera o el VAR tirando líneas. Ojo, no es una crítica arbitral, es sólo la constatación de mal partido Mbappé y Vini. Que digo yo una cosa: no estaría de más que recordemos que el VAR sólo revisa estas jugadas cuando acaban en gol y las acabemos de esta forma … no vaya a ser que luego te lleves las manos a la cabeza al ver que el defensa tenía la punta de la bota más adelantada y que de haber terminado la jugada como tenía que haberse hecho, el gol hubiera subido al marcador.

En resumen, que la primera parte debería haber acabado con algún gol a nuestro favor y que de ese polvo vinieron luego parte de los lodos en la segunda. Porque aunque más o menos la segunda parte empezó por los mismos derroteros, nuestra actuación en su conjunto se pareció más a las horas finales de una verbena de pueblo cuando la gente ya va pasada de vueltas que a un partido de fútbol.
La defensa por aproximación se volvió en la defensa de peticionarios/solicitantes/suplicantes, al estilo de no me haga usted más daño señor delantero, por favor. Que me imagino las conversaciones en el césped del tipo «ya lleváis uno, para qué queréis más», «bueno, con dos es suficiente, no os paséis«, «oye, ya vale, no, con tres os podéis ir contentos a casa«, o «vale, cuatro y nada más, no me hagáis enfadar que me pongo a remontar como un poseso«.
Y es que esta es una de las cosas que en los últimos tiempos nos diferencia del Barça, y no acabo de entender muy bien por qué. Si esta misma circunstancia del juego se hubiera dado al contrario, en Madrid o en Barcelona, eso es indiferente, estoy casi completamente seguro de que nos habríamos conformado con el dos a cero y habríamos acabado el partido contemporizando. Y este es el quid de la cuestión: no nos gusta hacer más daño. No sé si olemos o no la sangre, pero lo que está claro es que su olor no nos despierta el instinto asesino que sí despierta en el Barça.
Cabestros
Que no se me olvide hacer referencia al lamentable acto de racismo del que ayer fue objeto Lamine Yamal. Me producen asco, repulsión, desagrado y náuseas este tipo de comportamientos. El hecho de que lo hagan aficionados de mi club y además en mi estadio, añaden la vergüenza a todo lo que siento.
Tengo más que claro que mal nacidos de este tipo (y de otros, claro) los hay en todos los sitios y lugares. Y que gentuza como esta, que no son más que escoria y morralla de la peor calaña, merecen el más claro señalamiento y el aún más severo de los castigos, sea cuál sea la camiseta que se pongan.
Por suerte a la hora de escribir estas líneas el Club ya ha sacado un contundente comunicado que, como madridista, me enorgullece. De la misma forma que también me enorgullece que ninguno de nuestros jugadores se hayan acercado a la esquina a negociar nada con semejante gentuza. No sé si me explico y se me entiende.
Acabando
That’s life (that’s life)
That’s life and I can’t deny it
Many times I thought of cutting out, but my heart won’t buy it
But if there’s nothing shaking, come this here July
I’m gonna roll myself up
In a big ball and die
My, my
Tres ideas básica para finalizar.
La primera: si esto sirve para espabilar, dejar de mirarnos el ombligo (a ver si pasa pronto la gala del Balón de Oro) y tomar las medidas oportunas para corregir tamaño desaguisado … me alegro de que la cosa no haya acabado en remontada.
La segunda: no cometamos con Mbappé el mismo error que cometimos, yo el primero, con Benzema. Una cosa es la lógica y razonable exigencia y otra distinta la autodestrucción.
La tercera: ponte a Sinatra y su maravillosa «That’s Life» cuando estés bajo de moral. A mí me funciona.
Y hasta aquí ha llegado la turra del día, mis disculpas por la extensión. La próxima parada será el sábado a las 21:00 horas en Mestalla contra el Valencia. Creo que es un excelente rival para ver si hemos tomado nota de lo sucedido o de si seguimos a nuestra (mala) bola. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.
Te dejo con el resumen del partido.
Categorías:Fútbol
