
Protesoni y Kike García para el Alavés
Si no quieres ser desgraciado trata a las catástrofes como a molestias, pero de ninguna manera a las molestias como a catástrofes. André Maurois (1885-1967) Novelista y ensayista francés.
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. Pues nada, oye, que no hay manera. Uno intenta ir tomando notas durante partido que me sirvan para luego contarte cosas. Incluso durante el descanso pues me pongo y voy escribiendo algo (sí, lo has adivinado, hoy me he quedado en casa: en la lucha trabajo-estadio sigue ganando mi jefe).
Incluso si veo que se va acabando el partido y la cosa está más o menos clara pues sigo poniendo cositas por aquí. Todo con el objetivo de no tirarme luego horas enteras pensando qué poner, porque como ya te he comentado alguna vez me cuesta Dios y ayuda primero ordenar las cosas y luego encontrar las palabras adecuadas para contártelas.

Pero qué le vamos a hacer: esto es fútbol (perogrullada del día patrocinada por Vallejo). Y siempre cualquier cosa es susceptible de cambiar al final, para bien o para mal … si lo sabremos nosotros. Hoy la cosa ha quedado en un lugar intermedio entre la alegría por haber ganado y el cabreo monumental por haber acabado como hemos acabado. En fin, la cosa está ahora en ver como acabo yo.
Vamos al lío. A ver si te puedo destripar este carajal.
Antes de la caraja
Antes de que el cielo estuviera apunto de derrumbarse sobre nuestras cabezas éramos muy felices. Lucas Vázquez emulaba a Dani Carvajal y se sumaba al club de los laterales derechos goleadores, asistencia (otra más) de Vini mediante y pase en largo previo de Fede que emulaba a Keira Knightley en una nueva versión de «Quiero ser como Toni» … Kroos, por supuesto.

Antes de que los nubarrones proyectaran su negra sombra sobre el Bernabéu, Mbappé demostró que va a más cada partido. También que está más compenetrado con sus compañeros y que éstos ya le buscan de la forma adecuada. Y que Bellingham es Zidane hablando inglés. Y que el gol del francés ha sido un golazo. Qué felices éramos entonces, la verdad.
Antes de que la tierra se abriera y el infierno comenzara a resquebrajar el hipogeo intentando llegar hasta el mismísimo centro del campo, Rodrygo se picó con Kylian y se marcó un jugadón con gol incluido que hizo temblar el misterio. Son las cosas del brasileño, capaz de lo mejor y de lo superior en cualquier momento.
En definitiva, que antes de que los nuestro decidieran que ya habían currado bastante por hoy, ya habíamos hecho el mejor partido de la temporada. Controlando el juego, sin pasar penurias atrás y con Fede y Aurélien como amos y señores del centro del campo. Además mostramos arriba una enorme variedad de desmarques, controles, uno contra uno y lo que es más importante: acierto cara al gol.

Durante la caraja
Te soy sincero: no sé cómo empezó la cosa. Es de estas veces que, sin saber por qué ni de qué manera, te das un golpetazo en la rodilla con el pico de la mesita de cristal del salón al levantarte de la siesta tan rica que te has echado en el sofá y que ya te deja cojo para el resto de la tarde/noche. Eso sí, te pasas el resto del día disimulando y haciendo como que caminas perfectamente, sin darte cuenta de que mientras más intentas ocultar tu cojera … más se te nota.
No creo que el problema fuesen los cambios porque todos nosotros más o menos y con alguna diferencia en el minuto en que se realizaron, los habríamos firmado. Cómo no dar descanso a Fede o Militao, por citar sólo dos ejemplos. Yo estaba pidiendo el cambio de los dos desde muchos minutos antes e incluso lo pedía también para Jude y Vini.

También me enfadé al no ver a Endrick o Arda Guler en el once inicial. Si el míster no hubiera hecho ninguna sustitución también le habríamos criticado por ello. Ergo, insisto, los cambios no fueron el problema. Ni siquiera lo fue la entrada de Vallejo porque teniendo en cuenta el tiempo que lleva sin jugar, bastante tenía con saber dónde estaba su área y dónde la del rival.
Me preguntarás entonces que cuál fue el problema (lo de «listillo» al final, sobra, que lo sepas). Pues aquí acudo al Sr. Ockham y le tomo prestada su navaja: vimos el partido tan ganado y tan fácil que bajamos los brazos antes de tiempo. Y el Alavés, que no será el mejor equipo del mundo pero que sí es un equipo de primera división, aprovechó el regalo.
Y la cosa no acabó como el Rosario de la Aurora porque la final el cielo no se desplomó, el viento alejó a los nubarrones bastante lejos y el hipogeo aguantó la embestida como un campeón. De peores situaciones hemos salido, tampoco era momento ni hora de caer en esta.
Después de la caraja
A un buen tornado siempre le suele seguir el detalle del control de daños. El primer miedo que me da es que después de esta negativa experiencia coincidente en el tiempo con los cambios pero, insisto, sin que la culpa sea achacable a los mismos; el bueno de Carletto deje aún menos minutos para repartir entre los suplentes y disminuya aún más la, por otra parte, ya baja rotación. Ojalá me equivoque con esto.

También nos deja un dato importante sobre el tema tarjetil. La inmensa mayoría de las que estamos recibiendo lo son por protestar. Esto puede verse por el lado de, oye, ya está bien, a ver si nos callamos un poquito. Que vale, lo puedo llegar a comprar. O podemos verlo por el lado de cualquier excusa es buena para que el negreiro de turno haga méritos ante sus superiores y te casque una amarilla. De nuevo Ockham y su navaja.
Si las cuentas no me fallan, quedan 3 partidos para el clásico y Vini ya ha visto 3 amarillas por protestar otras tantas jugadas en las que, como hoy, el defensa de turno se ha ido de rositas después de haberle «acariciado» el tobillo. Y todavía tengo que escuchar a madridistas de buena voluntad pedirle que se relaje un poquito. Poco nos pasa para la de tontunas que a veces soltamos por la boca.
Acabando
Me quedo con todo lo bueno, que ha sido mucho, que el equipo ha mostrado antes de la llegada de la caraja. Animo al míster a seguir perseverando en las rotaciones y me preparo para reírme un poco mientras leo y escucho sesudos análisis en la prensa patria sobre lo sucedido hoy.
Y sobre todo me preparo para lo que será el apoteosis negreiro el próximo domingo en el Cívitas … sí, lo has adivinado: llega el derbi por excelencia. Apoteosis que de ocurrir una catástrofe y no ser suficiente para provocar la derrota de los nuestros, irá acompañado de los consiguientes lloros desde la zona noble y no tan noble del estadio que mi padre, quizá rememorando aventuras pasadas, sigue llamando Metropolitano.
Será a las 21:00 horas y cuando acabe por aquí te lo contaré. Nos leemos.

Aquí te dejo el resumen del partido.
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