Y es que en este mundo traidor, no hay verdad ni mentira: todo es según el cristal con que se mira. Ramón de Campoamor (1817-1901) Poeta español.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este pequeño rincón de madridismo. En noches como esta es muy difícil no dejarse llevar por la euforia, imposible no dejar que la alegría inunde cada rincón e inútil intentar evitar que el espíritu del optimismo te posea. Pero claro, a ver quién es guapo que mantiene la cordura cuando tienes la Liga mostrando la patita por debajo de la puerta y la posibilidad de jugar otra final de Champions asomándose por la ventana.

Venga, vamos al lío que ya es tarde y la piltra me está llamando.

Cristal vs cemento

Creo que es esta la diferencia principal entre el Barça y los nuestros. Los culés tiene una mandíbula de cristal, además de cristal fino, fino; a la que le basta un golpecito en una esquinita para hacerse añicos y venirse abajo. Llámalo mentalidad, estado de ánimo o simplemente síndrome de brazos caídos.

Lo que les pasa es que conviven en el tiempo tipos llamados a dar muchas alegrías a los culés, como Lamine Yamal o Cubarsí con otros que o bien se pasan de listos ¿a qué ha venido esa celebración de Fermín en el segundo gol? ¿se puede ser más ridículo? (pregunta retórica) o bien se arrastran lamentablemente por esas bandas, como es el caso de Joao Cancelo.

Como contraposición, nuestra mandíbula es una mezcla de cemento y acero, una suerte de hormigón armado resistente a cualquier adversidad, desdicha, fatalidad, contratiempo, revés o malaventura que por el camino nos encontremos. Ya sabes que mi opinión al respecto es que es preferible ganar siete a cero y tener un partido tranquilo que terminar ganando tres a dos con un gol en el minuto noventa.

Dicho lo cual, saber que para ganar a nuestro equipo el rival tiene que traer a la sexta flota, a James Bond y al mismísimo Thanos, pues qué quieres que te diga, me proporciona una tranquilidad tal que ni siquiera en los peores momentos consiguen ponerme nervioso (bueno, esto es básicamente mentira, lo de los nervios quiero decir, pero no me negarás que es una frase que queda muy pintona).

Y eso sí, las cosas como son: el subidón que te proporciona ganar así no te lo quita nadie. Sí, ya lo sé, lo quiero todo. Soy madridista, qué le vamos a hacer.

Polémicas

Lógicamente también hemos tenido nuestra ración de controversias y discusiones varias. Como hoy me siento saleroso, pues voy a intentar mojarme en las más importantes. Creo que el penalti a Lucas lo es. Ya me lo pareció en el campo y me lo ha seguido pareciendo una vez vista la jugada en televisión. Llámalo inocente o infantil, pero eso sólo es el apellido. El nombre de pila es penalti y creo que bastante claro.

Mención aparte para el gol fantasma del Barça. Aquí me ha pasado al revés que con el penalti: desde la grada me pareció que el balón entraba, y además tengo que decirte que era una opinión más o menos generalizada por mi zona. En cambio en la tele no me ha parecido tan claro. Pero si ni siquiera en la revisión del VAR se ha visto nítidamente si era o no gol, a ver, yo qué quieres que te diga.

El problema en este caso radica en que el partido entre clubes más grande del mundo, con una audiencia potencial de más de 500 millones de personas, no tiene un puñetera mierda de sensor de movimiento para ver si un balón cruza o no totalmente la línea de meta. Cuando muchas veces decimos que esta competición, esta Liga nuestra, es una chapuza organizativa, nos referimos también y sobre todo a estas cosas.

Dicho de otra forma: menos votar a favor de la subida del sueldo ya de por sí millonario del presidente de la Liga de Fútbol ¿profesional? y más gastarse la pasta en lo realmente importante. Si tu equipo es de los que votan sí a lo primero y no a lo segundo, entonces ya sabes a que ventanilla tienes que ir a quejarte.

Menciones

No puedo dejar pasar la ocasión para hacer mención especial al bueno de Lucas Vázquez. No me escondo: por aquí le he dado palos prácticamente cada vez que ha salido a jugar, ya fuera un rato grande o uno pequeño. Pero, nobleza obliga, no se me caen los anillos por decir que en los últimos dos partidos el gallego ha sido más Cafucas Vázquez que nunca.

Ya fuera viéndole acercándose a tirar el penalti el otro día en Manchester como el que va a comprar unos churros para desayunar un domingo cualquiera, o ya fuera viéndole hoy cerrar su banda a cal y canto, provocar el penalti del empate a uno, marcar el golazo del empate a dos y asistir a Jude para el tres a dos definitivo … el caso es que el gallego es el mejor ejemplo antes de lo que te comentaba sobre el hormigón. Galicia calidade sobre el césped del Bernabéu.

La otra mención es para el partido de Jude Bellingham. Fíjate que quizá lo menos relevante de lo que ha hecho hoy puede que haya sido el gol. Es impresionante la capacidad que tiene para repetir esfuerzos, la implicación con el equipo y la generosidad con sus compañeros. Se exprime al máximo en cada encuentro … y, claro, así acaba todos los partidos: reventado. Fichaje de los que harán época en el Club.

Acabando

Levantemos acta antes de acabar de que hoy se ha inaugurado el nuevo panel de los marcadores electrónicos, compuestos por el marcador principal de 360º y tres marcadores individuales que dan al lateral de Padre Damián. Se trata del tercer gran pilar de la reforma del estadio junto con la cubierta retráctil y el almacén subterráneo para el césped. A mí me ha encantado, sobre todo porque creo que en el futuro se le sacarán aún más prestaciones. Que sea para bien.

No seré yo el que mantenga la cordura ni el que te baje ni siquiera un poquito el optimismo que seguro te supura por todo tu cuerpo. La Liga está a nuestro alcance y ahora mismo no veo a nadie capaz de quitárnosla. Sólo la necesidad de mantener un poco de decoro hace que no salga corriendo camino de la Cibeles. Eso sí, el próximo viernes contra la Real (Reale Arena, 21:00 horas) queda habilitada la posibilidad de hacer experimentos siempre que estos no supongan ningún riesgo cara al partido en Múnich. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.