
Llorente para el Atleti.
No hay medicina para el miedo. Proverbio escocés
Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este minúsculo rincón de madridismo. Si, además, eres como mi buen amigo Marcos y sólo te pasas por aquí cuando el Madrid no gana, pues nada, te doy también la bienvenida y te animo a que te pases más a menudo. Ahora que ya estamos todos, sigamos con lo nuestro.

¿Y qué es lo nuestro, te preguntarás? Pues lo nuestro, por lo menos hoy, ha sido revivir a los muertos, levantar morales ajenas y dar golpecitos en la puerta cuando lo que se esperaba es que la tirásemos abajo. Ha sido ir dando un poquito de vidilla al rival con cada cambio hasta que al final hemos probado nuestra propia medicina.
En fin, vamos al lío a ver si consigo ordenar todo lo que tengo en la cabeza.
Bien
Y el caso es que fue un partido tan intenso que comenzó a jugarse incluso antes de que el árbitro pitara el inicio. Empezó con Vini Jr. sentado en el trono yéndose por la patilla, con Carletto eligiendo a Joselu para sustituirle y con Ancelotti corrigiéndose a sí mismo y sacando al final a Brahim por el brasileño. Y el caso es que todo tenía una razón de ser.
Porque en el único acierto que ha tenido el míster hoy consiguió dejar sin referencia a la defensa rival, de tal forma que lo que otras veces para nosotros es un dolor de muelas, no tener referencia arriba, se convirtió en un arma afilada para entrar como cuchillo en mantequilla hasta la portería atlética.
Y así fue como llegó el gol de Brahim que a base de insistencia, y del aprovechamiento de varios rebotes, terminó metiendo el balón en la portería de la misma forma que hacíamos cuando éramos pequeños: desde la misma línea de gol. Victoria momentánea con gol del que no había sido ni la primera ni la segunda opción en el once, que, además, estaba siendo el mejor del encuentro. He visto guiones más malos ganar Oscars.

Pero
Pudo caer alguno más pero el caso es que con el uno a cero llegamos al descanso. Ya por entonces se atisbaba el que iba a ser nuestro principal problema: los balones por alto. Y no sólo por el hecho de tener una defensa de circunstancias, había algo más que no tenía buena pinta y no era otra cosa que la facilidad con que el Atleti ponía centros en nuestra área.
Si tú tienes una defensa que está en clara inferioridad en los balones aéreos (otro día hablaremos de la querencia de Lunin a estar siempre sujetando el larguero) en lo que tienes que poner todo el esfuerzo es en evitar los centros. Pues bien, no he llevado la cuenta, pero me ha dado la sensación de que hoy se tiene que haber roto algún récord o algo en este apartado estadístico. Y, claro, tanto va el cántaro a la fuente …
El primer cantarazo (o como se diga) llegó a los dos minutos de la segunda parte. Córner absurdo que provocó Mendy, que botó Griezman, que remató Savic y que anuló el árbitro. A ver, me voy a mojar (de nada, Marcos): por mucho que Saúl pueda estar en fuera de juego, yo creo que el gol es válido. Lo que yo veo es una mala defensa y una cagada de Lunin.
Pero otrosí digo, si convenimos que el gol que nos anularon en el partido de la primera vuelta está bien anulado (y debe ser así porque no escuché entonces ningún lamento atlético, ni siquiera con la boca pequeña), entonces no debemos tener ninguna duda de que este también lo está. Como suelen decir en México, o todos coludos, o todos rabones.
Mejorar y recaer
El caso es que pareció que este susto despertó a los nuestros que habían salido un poco dormidos después de la pausa, y de nuevo nos hicimos con el mando del partido. En esta fase nos tomamos en serio no sólo el atacar sino el defender mejor y evitar los centros rivales al área. Tuvimos claras oportunidades para haber resuelto el partido, pero entre la mala suerte, el bajo nivel de Rodrygo y el miedo que le entró a Carlo, la cosa acabó como tenía que acabar, es decir, mal.

Con cada cambio perdíamos un elemento de ataque y nos metíamos un poquito más para atrás. Primero quitó a Brahim que era el que más peligro estaba creando, luego sustituyó a Rodrygo, que está en un alarmante bajo estado de forma, y finalmente a Jude, que llevaba desde mediado el segundo tiempo sin gasolina en el depósito. Se puede decir por tanto que, contrariamente a lo que nos han enseñado en clase de matemáticas, el orden de los factores, en este caso, los cambios, sí que alteró el producto final, es decir, el resultado.
El gol del empate del Atleti no fue sino el compendio de todo lo que había pasado durante el partido: centro al área buscando la nada, que por dos veces remataron delanteros atléticos mientras los nuestros miraban. Uno remató en el área grande y otro en el área pequeña. Y todo mientras Nacho y Carvajal jugaban al cuelga tú y Lunin seguía sujetando el larguero. En fin, es lo que hay.
Madridismo sociológico
Es el dicho del momento que como el bálsamo de fierabrás sirve para explicarlo todo, aunque nadie haya sido capaz hasta ahora de describirlo de una forma que sea entendible y comprensible por el común de los mortales. Pero no te preocupes, que aquí estoy yo para sacarte de dudas (de nada, para eso estamos).
Madridismo sociológico es que se vaya a hablar más de un gol bien anulado que de tres penaltis claros no pitados. Madridismo sociológico es que la falta de Savic a Bellinghan sólo lo es si se produce en el centro del campo, que la de Saúl a Lucas Vázquez sólo es penalti los días laborables que no son impares y la de Llorente a Bellingham no se puede saber hasta que no se pronuncie el Consejo General del Poder Judicial. Tres penaltis al limbo … así gana el Madrid, ya sabes.

Madridismo sociológico es que el VAR acierte y corrija errores graves del árbitro durante el partido con el Almería y que se esté hablando de ello en todas las tertulias hasta el punto de acojonar y condicionar los siguientes arbitrajes. Pero, oye, insisto, ya lo sabes, que así gana el Madrid y tal y tal. Madridismo sociológico en vena.
Casi hubiera sido mejor que el árbitro no hubiera anulado el gol ilegal de Savic porque de esta forma seguramente se hubiera atrevido a pitar alguno de estos penaltis …. na, no me hagas caso, se habría reído en nuestra cara igualmente. Madridismo sociológico … te tienes que reír por no llorar. Pocos vídeos sacan la BBC y la CNN, digo, perdón, Real Madrid TV.
Acabando
En resumen, dos puntos que han volado de mala manera y que, aunque nos sigue permitiendo seguir siendo primeros gracias al empate del Girona, nos obliga a no despistarnos el próximo sábado cuando recibamos a los de Michel. Nos ha faltado colmillo cuando hemos tenido oportunidad de morder y algo de oficio en el tramo final. Una pena, qué le vamos a hacer. De estas cosas también se debe aprender.
Voy a seguir mojándome, y esta vez sobre la última y estéril polémica sobre la conveniencia o no de jugar con el techo cubierto. Duele ver que hay gente que creía que la cubierta retráctil se usaría únicamente en días de lluvia como si en Madrid cayeran chuzos de punta un día sí y otro también. Poco nos pasa para la de tonterías que se dicen, la verdad. Acabarán quejándose de que juguemos de blanco, al tiempo.
En fin, que esto sigue y que el sábado tenemos otra oportunidad más de dar un golpe en la mesa y encarrilar esta Liga porque llega el Girona al Bernabéu. Será a las 18:30 horas (desde aquí mi agradecimiento a la LFP por evitar que tenga que llegar a casa de madrugada) y, como siempre, al acabar te lo contaré por aquí. Nos leemos.

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