Mi consejo es que no te preguntes por qué o de dónde, sino que disfrutes de tu helado mientras está en el plato. Esta es mi filosofía. Thornton Wilder (1897-1975) Escritor estadounidense.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este minúsculo rincón de madridismo. De la misma forma que el pasado miércoles contra el Nápoles tocaba disfrutar de lo conseguido y pasárselo bien, hoy tocaba activar el modo ahorro de energía. Tampoco está mal tener partidos así de vez en cuando, las cosas como son.

Por eso ningún trovador glosará el partido de hoy contra el Granada en la plaza del pueblo, ninguna biblioteca de vídeos lo tendrá entre sus destacados, dando por su puesto que alguien lo hubiera grabado, y, en resumen, nadie hablará de él cuando haya finalizado.

Entonces ¿de qué diantres os va a hablar este juntaletras? Difícil me lo han puesto los nuestros, no te voy a engañar, pero lamento comentarte que tendrás que seguir leyendo para saberlo. Vamos al lío.

Brahim

Te pedía tras el partido de Champions que aunque el malagueño aún no había alcanzado el nivel del Asensio de los primeros años, tuvieras paciencia con él, porque tarde o temprano todo llegará. Y lo que parece es que, a poco que Ancelotti siga confiando en él, llegará más temprano que tarde.

Brahim aporta movimiento continuo, desmarque constante, regate persistente, toque rápido de balón y una fe que mueve montañas. También dinamismo, agilidad y energía no exentas de trabajo, de mucho trabajo, además. Por eso es importante que siga contando con minutos para que pueda seguir creciendo, porque, entre otras razones, la temporada es muy larga y vamos a necesitar su mejor versión.

Kroos

Se podrían decir tantas cosas de Toni y todas buenas que uno no sabe por dónde empezar. Desde el típico comentario referido a su parecido con el buen vino y lo mucho que mejora con la edad hasta el ensalzamiento de sus dotes como metrónomo, pasando por su tremenda facilidad para hacer fácil lo más difícil.

Peor lo único cierto es que cada partido del alemán es una master class de control, de pausa, de precisión, de rigor, de autoexigencia, de acierto, de mando y de autoridad. En definitiva, una clase magistral de jugar y de hacer jugar a sus compañeros. Disfrutemos del helado mientras esté en el plato. Ya habrá tiempo de pensar qué será de nosotros cuando se derrita.

Rüdiger

Hay dos formas de analizar al bueno de Antonio. La primera, las más frívola, consiste en destacar sus excentricidades. Es entonces cuando se habla de su forma de correr, de sus bromas en los entrenamientos, de su peculiar forma de defender al delantero tanque rival y de esa ¿manía? ¿superstición? de moler a golpes y collejas a cada compañero que comete la tropelía de marcar un gol.

Pero el caso es que, más allá de todo esto, lo realmente importante es que estamos ante un defensa como la copa de un pino. Siempre bien situado, atento tanto a su par como al juego, no se pierde en florituras y está rapidísimo al cruce, lo que le convierte en el guardián perfecto de las espaldas de todos sus compañeros de zaga. Fichajazo, ninguna duda en eso.

Acabando

En definitiva, partido tranquilo en el que el único que hizo lo posible porque se hablara de él fue el colegiado del encuentro, empeñado en buscarle las cosquillas a cada jugador que vistiera de blanco a ver si encontraba la forma de hacer que alguno perdiera los nervios y acabara expulsado. Poco le faltó al bueno de Jude para ser el que picara, aunque por suerte es mucho más listo que el señor del silbato.

Los nuestros volverán al césped el sábado que viene. Partido correspondiente a la decimosexta jornada de Liga que jugaremos en Villamarín contra el Real Betis. Volverá Isco a cruzarse en nuestras vidas, al que le deseo que sea el mejor de su equipo en la derrota. Por aquí te lo contaré. Nos leemos.