Nuestras ilusiones no tienen límites; probamos mil veces la amargura del cáliz y, sin embargo, volvemos a arrimar nuestros labios a su borde.

René de Chateaubriand (1768-1848) Diplomático y escritor francés.

Hola, qué tal, cómo estás. Bienvenido una vez más a este minúsculo rincón de madridismo. La verdad es que no parecía que fuese ayer, ni mucho menos. Más bien parecía que hacía un siglo que no pisaba el Bernabéu, que no sentía ese gusanillo en el estómago que iba in crescendo según me iba acercando. Llámalo ganas de volver a la rutina (dónde quedaron las vacaciones, qué lástima), ganas de ver otra vez a Jude o, también, ganas gastar la memoria del teléfono haciendo fotos a nuestra reformada casa.

Ni soy objetivo ni pretendo serlo, y por eso, desde esa tranquilidad que me da saber que puedo escribir lo me dé la real gana, te diré que el nuevo estadio supera todas mis expectativas. En la forma, en el fondo, en la sonoridad, en la luz, en el techo, en el interior, en el exterior, en el césped y hasta en los cuartos de baño. Es un campo a la altura del Real Madrid, creo que con eso te digo todo.

Como tengo muchas cosas que contarte, vamos a comenzar por lo malo y así nos lo quitamos de encima. Al lío.

Lo peor

Nuestro rival de hoy se está convirtiendo por derecho propio en todo aquello que te puede fastidiar el día. El Getafe es peor que un dolor de muelas, que una visita al dentista cuando se le ha acabado la anestesia, que una patada en los güevos, que una coz en la cara, que una cucharada de sopa hirviendo quemándote el gaznate, que un dolor de oídos o que una piedra en el riñón.

Eso sí, hay que reconocerles que en lo suyo son los mejores. Bilardo estaría orgulloso de ver cómo sus enseñanzas son llevadas de nuevo al terreno de juego sin que nadie haga nada por impedirlo. Ha sido tan grande la cosa que han perdido tiempo hasta en el calentamiento. Además han demostrado empíricamente el efecto mariposa: bastaba que alguien estornudara en Australia para que automáticamente un jugador del Geta (así, sin la fe ni nada) acabara en el suelo quejándose de algo.

El problema

El problema de todo esto es que lo hacen porque nadie vestido de amarillo y negro lo impide. Por aquí te lo he dicho por activa y por pasiva: no vale de nada añadir tiempo al final de cada periodo, porque siempre se habrá perdido más de lo que se descuenta después. Eso sí, luego tienes que aguantar la coña aquella de que los descuentos son «hasta que marca el Madrid».

Basta con enseñar una tarjeta amarilla al primero que pierda tiempo por el motivo que sea: tardar más de la cuenta en sacar de fondo o de banda o dar vueltas en el suelo como si te hubieran roto el peroné por tres sitios cuando lo que realmente ha pasado es que en Australia alguien ha vuelto a estornudar. David Soria no ha perdido ni un segundo desde que el árbitro le ha ensañado la tarjeta. ¿Casualidad? No lo creo.

Lo bueno

Muchos nombres propios hoy. Empezaré por Brahim. Muy bien en los pocos minutos que, otra vez, le ha concedido Carletto. Merece más, pero muchos más, sobre todo con la baja de Vini porque es de los pocos agitadores de avisperos que tenemos en plantilla. Todo lo que ha hecho ha sido con un sentido y desde luego que ha aprovechado el minutaje del que ha dispuesto.

Buenos minutos también de Fede Valverde saliendo también desde el banco. Con la fuerza de siempre pero arriesgando más y siendo más vertical. Le están saliendo las cosas y eso se nota. También gran partido una vez más de una de mis debilidades: Tchouaméni. Amo y señor de la parcela central sólo le falta perder un poco el miedo e incorporarse un poco más al ataque.

También ha sido el primer gol de Joselu esta temporada. Ha metido la que tenía que meter, ha luchado y se ha movido bien por la delantera. No es Jude, ni falta que le hace. Sabe lo que se espera de él y lo ejecuta a la perfección. Ojalá el de hoy haya sido el primero de muchos.

La clase

La que destila el bueno de Toni Kroos por todos sus poros. Posiblemente cuando se retire y la gente hable de él, lo harán lanzándole loas y elogios por doquier, recordando su forma de posicionarse, de controlar el partido desde una banda, de sus centros y de su jugar rápido pareciendo lento. Pero desde ya te digo que sea cual sea la intensidad de estas alabanzas, serán pocas: siempre quedará que ha sido aún mejor de lo que digan de él.

Llegamos al descanso con el Geta robando el cuadro de la luz, bajando todos los fusibles, quemando el cuarto de contadores y dejándonos totalmente a oscuras. Peccata minuta para el tío Toni. «Dadme el balón y moveos», supongo que les diría a sus compañeros en el descanso. Dominio absoluto de la situación y encima con un chutazo al poste que de haber entrado habría sido un golazo. Un día más en la oficina.

La varita

Sí, la mágica, la misma que ha tocado a Jude. Para que no me llames pesado, no voy a seguir con el relato de lo bueno que es, cómo está siempre bien posicionado, siempre con la cabeza arriba, atento a cada movimiento y, además, con algo que por lo menos yo no sabía que tenía: el gol. Veinte años namás tiene la criatura.

Además, está desmontando también una de las mayores tonterías que se suelen decir en el mundo del fútbol, esa que habla de que hay que tener paciencia con los recién llegados porque necesitan tiempo para aclimatarse. Me cago en mi vida, no hay tontuna más grande que esta.

Los buenos no necesitan aclimatación. Son buenos en cualquier lugar y en cualquier momento. No la necesitaron los Ronaldos (ni el gordo ni el musculado), ni la necesitó Raúl con 17 años, ni Di Stéfano, ni Zidane. Le robo la definición a mi buen amigo Marcos (que sabe apreciar al buen futbolista aunque no juegue en su equipo) cuando dice que ha caído de pie. Y es que es verdad. Es la definición perfecta de llegar y besar el santo.

Ellas

Mención aparte para nuestras jugadoras, para nuestras ¡¡¡Campeonas del Mundo!!!, que hoy han recibido el merecido reconocimiento del madridismo. Athenea del Castillo, Claudia Zornoza, Rocío Gálvez, Oihane Hernández, Misa Rodríguez, Ivana Andrés, Tere Abelleira y Olga Carmona. Que no pare la fiesta.

Hogar, dulce hogar

Me encanta, es lo único que te puedo decir del nuevo Santiago Bernabéu. Honra su memoria, la de D. Santiago, y se sitúa a la altura de lo que el Real Madrid merece. Y la acústica … madre mía. Si ha sonado así un gol al Geta, no me quiero ni imaginar cómo será esto en un partido importante de Champions. Juzga por ti mismo.

A seguir

La vida sigue, ya lo sabes, y la nuestra en su vertiente futbolística se traduce en que se viene un parón por selecciones y en que lo siguiente en llegar será la quinta jornada de Liga, que será de nuevo en casa, el domingo 17 a las 21:00 horas, y contra la Real Sociedad de los Zubimendi, Brais, Oyarzábal y Take Kubo.

Acabaremos esta reentré el miércoles día 20 ¡¡¡a las 18:45!!!, vuelve la Champions con el primer partido de la fase de grupos contra el Union Berlin. Por aquí te lo contaré todo. Nos leemos.